miércoles, 9 de mayo de 2018 |

Hurra, de Ben Brooks


Hurra por las expectativas estratosféricas que tenía, hurra por Ellen que saltó por la ventana con la ropa interior desconjuntada (porque ya que te suicidas, por el amor de dios, combina las bragas y el sujetador, que luego estas cosas se saben), hurra por las defecaciones, orines, vómitos y flemas, hurra porque este libro solo se define por escatológico. Hurra. Hurra. Hurra.
 
¿Qué decir de este libro? ¿Por dónde empiezo? Tengo bastante estómago, de hecho soy muy fan del cine gore. Y con cine gore no me refiero a Saw y Hostel, sino a películas más chungas. Dime en los comentarios si quieres que escriba una entrada sobre recomendaciones de cine gore. Voy a ilustrar esto que digo con un grato ejemplo extraído de esta bellísima novela, y juro que esto es lo más light.
 
"La abuela escupe una flema en un pañuelo y lo utiliza para limpiar una mancha imaginaria en la frente de Adam"
 

 Y ahora sé que me vendrá algún fangirl de la novela a decirme que no he entendido el mensaje profundo del autor, que mediante la escatología nos quería mostrar la degradación de los dos protagonistas. Que esto me parece muy lícito pero en mi opinión, en esta novela, la escatología es puramente gratuita.
 
El argumento...ah, pero...¿tiene? Resulta que la tal Ellen, perteneciente a una familia totalmente disfuncional y desestructurada, se suicida. Y se supone que la novela nos relata el "duelo" de los hermanos. Inverosímil, parece que el pez naranja saltó de la pecera y decidió acabar con su vida. ¿Dónde está el dolor? ¿Dónde está la rabia de perder a un ser querido? ¿Dónde está la frustración de pensar que quizá podrían haberlo evitado? Vale que es una familia un poco excéntrica y que todos tienen un trueno considerable, pero a mí no me parece que tengan reacciones normales y coherentes.  No me he creído a ningún personaje y mucho menos al pegote que se le añade a la historia llamado Saskia.
 
Por si fuera poco todo esto, en un punto concreto la novela se convierte en una especie de road movie (porque no sé si existe el término road book) que creo que la palabra más acertada para definirlo es cutre.
 
Claro que he leído libros peores pero el problema de este libro es que es pretencioso a más no poder, el autor quiere hacer unos personajes profundos pero fracasa estrepitosamente. No es difícil de leer y bueno, en cuanto al ritmo es ágil. Yo, al menos, no lo recomiendo y sobre todo no recomiendo pagar por él.
 
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