domingo, 17 de marzo de 2019 |

Ofelia de Shakespeare

Estoy aprendiendo inglés. Sí, eso produce muchas risillas en mi entorno. Y como siempre que estoy estudiando algo, me desvío del temario y de lo que el BOE establece que debo aprender para superar la asignatura. ¿Ver series en inglés? ¿Para qué? Shakespeare lo tiene todo, o al menos todo lo que me gusta. Era un cerdo misógino pero...nadie es perfecto. Tiene drama, salseo, intrigas palaciegas, miseria humana, métrica extraña como en griego y además, escribía en inglés antiguo. ¿En serio es más interesante estudiar los phrasal verbs que Shakespeare? ¿Que no es práctico? Lo sé, lo sé. Pero yo no soy práctica. Por cierto, este discursito no lo uséis para ligar. Que no sirve. 

El caso es que hace unos años, cuando hice mi TFG sobre la película de Medea de Lars von Trier, en la película aparecía un fotograma de la princesa Glauce que hacía referencia a la famosa pintura de John Everett Millais. Creo que se llama "Ofelia muerta". Entonces me entraron ganas de leer Hamlet, lo compré en edición bilingüe y ahí se quedó el libro hasta que lo leí hace una semana. Sé que algún día ocurrirá lo mismo con "Cumbres borrascosas", que impasible espera en mi estantería ser leído.

Y aquí es cuando digo que voy a dar unas pinceladitas sobre el argumento, por si hay algún idiota que no lo conoce. Pero como es políticamente incorrecto y os ofendéis, diré que no pasa nada, que aunque esta entrada se va a centrar más en el personaje de Ofelia, aquí estoy yo para daros a conocer esta obra de tal magnitud.

Hamlet, príncipe de Dinamarca, vaga como un alma en pena por la muerte de su padre. Hoy en día estoy segura de que Hamlet tendría tumblr . El caso es que al morir su padre su tío Claudio ocupa el trono y se casa con Gertrudis, su cuñada y madre de Hamlet. Por lo que he leído, esto se consideraba una relación incestuosa. Si alguien sabe algo al respecto, que me lo deje en los comentarios. Como no tenía suficiente desgracia, se le presenta su padre en forma de fantasma para revelarle que, en realidad, su muerte fue ocasionada por Claudio. Mi madre me dice siempre que cuando muera, se me va a presentar por la noche y a mí me entran escalofríos solo de pensarlo. Así que no me extraña que la perturbación del mozo aumente y entre en una profunda crisis existencial sobre si debe de vengar la muerte de su padre

Hamlet: ¡Ser, o no ser, es la cuestión!—¿Qué debe
más dignamente optar el alma noble
entre sufrir de la fortuna impía
el porfiador rigor, o rebelarse
contra un mar de desdichas, y afrontándolo
desaparecer con ellas?

En fin, que esto solo puede acabar en una sangría y como el rosario de la aurora. Como en toda buena tragedia que se precie, aquí no queda vivo ni el apuntador. Os recomiendo que, si no habéis leído la obra, corráis a leerla para después seguir leyendo la entrada. 

Centrémonos en el personaje de Ofelia, ¿Pero quién es esta mujer? Ofelia es la hija de Polonio y la hermana de Laertes. Representa el elemento amoroso en la obra (porque en todas las historia tiene que haber  amor metido con calzador porque sí) y encarna, por supuesto, el papel de víctima de la historia. Su muerte inspiró a muchos pintores: se adentra lentamente en el agua y se ahoga. Ofelia no es un personaje particular sino que es una mera representación de las posibles mujeres que pueden existir, bajo el punto de vista de Shakespeare. 

¿Os acordáis que hablé de esto en una entrada anterior, en la que relacionaba los arquetipos femeninos y el ciclo menstrual? Los personajes del dramaturgo son muy cercanos a "tipos", como ocurría en algunas obras de teatro clásica. No sé si me explico, no son personajes con un nombre propio y unas características propias, sino que son estereotipos extraídos del mundo real que asumimos como la realidad. Shakespeare, en su obra Hamlet nos presenta a dos tipos de mujeres contrapuestas. Es decir, tenemos a Ofelia que representa la virginidad, la belleza, la dulzura, la locura. Por contraposición, Gertrudis encarna la femme fatale, perversa, calculadora, manipuladora. Una harpía. Por supuesto, tenemos que tener en cuenta que estos arquetipos están creados bajo la mirada de un hombre y bajo el yugo de una sociedad machista y opresora. Si hoy en día la sociedad es machista, imaginaos en los siglos XVI-XVII. 

Para intentar comprender un poco mejor a este personaje, tenemos que remontarnos a los cuentos de hadas (sí, ya dije que iba a hablar mucho sobre este tema en el blog). Esas ideas, que doy gracias de que vayan cayendo, de que las mujeres solo podemos alcanzar la felicidad plena y absoluta si viene un príncipe azul a rescatarnos. Pero, ¿qué ocurre mientras que este no llega? Según los cuentos, tenemos dos opciones: o sufrir como "Cenicienta" o esperar en una especie de trance como" La bella durmiente" o "Blancanieves". Pero, ¿y si ese apuesto príncipe no llega? ¿Y si está demasiado ocupado con sus planes de venganza, con problemas políticos y ese tipo de problemas en los que una joven doncella no puede participar? Imaginaos el drama de Ofelia. Si la vida de las mujeres gira entorno a la de un hombre, ella ha perdido a su padre, su amado la ignora (de hecho, la recomienda irse a un convento) y el hermano anda por el mundo perdido. Ha dejado de ser hija, novia y hermana. ¿Qué le queda en la vida? Nada. Absolutamente nada. 

Un punto importante para comprender a este personaje es la virginidad. En un principio, el amor de la joven hacia Hamlet no es carnal. Es su padre, Apolonio, tras haberle pedido que se olvidara del joven, le pide que flirtee con él, de una manera sexual, claramente. La virginidad de Ofelia se ve abordada en un pasaje de la obra, la escena de "las flores". El cortar las flores hace referencia a la pérdida de la virginidad. En inglés (lo he buscado en wordreference) la palabra "deflower" significa "desvirgar". También en castellano se usa el término "desflorar". Antes de suicidarse, Ofelia, abandona el palacio y se adentra en el bosque para "arrancar flores". Se despoja de su virginidad. No hay que olvidar que la virginidad es un arma de doble rasero: puede ser una virtud o un estigma social. Pues bien, resulta que la joven tiene su momento rebelde: corta las flores, desafiando el orden establecido. Esta acción solo se puede justificar por la locura del personaje. ¿Una mujer imponiendo sus deseos? ¿Intentando desobedecer la autoridad? ¡Qué escándalo! ¡Estará loca!

La muerte de Ofelia difiere de la muerte de otros personajes. Como recordaremos, la mayoría de ellos muere en el duelo final. Irónico cuanto menos que un personaje como Ofelia, sometida al yugo de los hombres, oprimida y como hemos dicho, representando un papel de víctima el único acto volitivo que haga a su antojo sea el de quitarse la vida. Su suicidio es un mero acto de rebeldía, además en aquella época tan cristiana, el suicidio era mucho más reprobable que el asesinato. Ofelia, que siempre ha sido una joven obediente, comete uno de los pecados más atroces, el de despojarse de su propia vida. En mi opinión, tendemos a romantizar el suicidio, demasiado. Pensad en cantantes, actores, cualquier persona pública que se haya suicidado. ¿Eso no ayuda a mitificar a esa persona? Shakespeare no iba a ser menos y como digo, es mi opinión, pero sí que parece que intenta hacer una romantización del suicidio de Ofelia. El ritual de las flores, el agua, la naturaleza rodeando el cuerpo de Ofelia. Si eso no es romantización, que venga Dios y lo vea. 

La mayor parte de la acción de la obra transcurre en el castillo. Las acciones y roles femeninos suelen estar ligados al ámbito doméstico mientras que los hombres están ligados al ámbito privado. Pero en esta obra vemos que el castillo es el lugar donde hacer política y donde está el poder. Sin embargo, Ofelia no está integrada en este mundo que es ajeno a ella. Gertrudis, madre de Hamlet, sí forma parte de estas transacciones pero podemos decir que es a cambio de poner su cuerpo como moneda de cambio. El salir al exterior para Ofelia significa el camino hacia la muerte. Y siempre me viene a la memoria la canción 107 steps de la película de "Bailar en la oscuridad". De alguna forma, es expulsada del mundo de los hombres y es desterrada a morir fuera. 

Espero sinceramente haber creado a alguien curiosidad por leer la obra. Un placer leerla en inglés, menos difícil de lo que esperaba. Las palabras originales resuenan con más fuerza y tienen más intensidad.

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jueves, 7 de marzo de 2019 |

Safo de Lesbos (Especial 8M: Día de la Mujer)

No sabía muy bien sobre qué escribir este 8 de marzo. Podría hablar desde tantas perspectivas, de tantas mujeres que la historia ha tapado, podría hablar de la misoginia, del feminismo, de las sufragistas, de mujeres científicas y que cambiaron el curso de la historia. Esas mujeres cuya voz ha sido silenciada. He decidido escribir sobre Safo de Lesbos, la primera poetisa que existió o más bien, para ser más precisos, de la primera que nos ha llegado su obra. ¿Existieron antes que ella mujeres que componían poemas? Seguramente sí. 

¿Quién es Safo?

Frente a otras mujeres de la Antigüedad ficticias, como Lisístrata o Penélope o figuras idealizadas como Lesbia, Safo es una figura puramente histórica. Nació como el poeta Alceo en la isla de Lesbos, según la Suda (enciclopedia bizantina) en Éreso, mientras que un papiro de Cameleonte, en Mitilene. Los cronógrafos colocan su nacimiento hacia el año 600 a.C., igual que el de Alceo. Otros lo llevan más atrás, hasta el 612-609.

Si hacemos un recorrido por el arte, la numismática y la literatura, vemos que el alma de Safo ha quedado impregnada a lo largo de la historia en distintas áreas. Por ejemplo, en el Museo Nacional de Varsovia encontramos un vaso en el que encontramos una imagen de Safo de pie con una lira en la mano. Cicerón, por su parte, nos cuenta el robo de una estatua (atribuida al escultor Silonión), en cuya base ponía: "Mi nombre es Safo de Lesbos y superé a las mujeres en poesía tanto como el Meónida (Homero) a los hombres".

En literatura, la figura de Safo ha dado lugar a especulaciones, opiniones y prejuicios sobre su vida amorosa, atribuyéndole a diversos amantes, como Alceo, Arquíloco, Anacreonte e Hiponacte. De hecho, sabemos de la existencia de cinco o seis comedias con el nombre de Safo, atribuidas a Antífanes, Dífilo, Anfis y Timocles. También sabemos que  "Faón" de Platón, el cómico y por lo menos, otras tres con el título de "La mujer de Léucade", entre ellas una de Menandro. Pusieron sobre el escenario el supuesto romance de Faón y Safo y su supuesto suicidio arrojándose desde la roca Léucade. 

El poeta Ovidio (Heroidas, 15) escribe una supuesta carta que Safo escribe a Faón de la que se han querido extraer algunos datos fidedignos. Esto ayuda a la imagen de Safo víctima de un amor que la condujo al suicidio. Otros autores ayudaron a desfigurar su imagen, como Horacio que acuñó la expresión "Safo masculina" o Dídimo, que divagó sobre si Safo era prostituta o no. Taciano en su "Discurso sobre los griegos" la tachó de hetaira y de prostituta y dijo que enloqueció de amor y que solo cantaba sus desvergüenzas. 

Desde la Edad Media y principios del Renacimiento, los autores han analizado e interpretado la figura de Safo a su particular manera, unos ensalzándola y otros denigrándola.

¿Qué es la cuestión sáfica?

Mucho se ha divagado sobre esta cuestión. Para el que no lo sepa, se dice que Safo estaba metida en una especie de círculo de mujeres que lideraba. ¿Qué hacían? He aquí la cuestión. Barajamos tres explicaciones: 

1. Que Safo fuera como una especie de maestra. Educaría a muchachas nobles de Lesbos y Jonia. Wilamovitz pensaba que era una directora de un pensionado de señoritas de la buena sociedad que acuden a Lesbos para prepararse para el matrimonio. 

2. Que era una especie de "tíaso", un círculo de mujeres encargadas de hacer culto a alguna divinidad como Afrodita. El problema es que no conocemos ningún caso parecido en la Antigüedad. 

3. Que era una especie de burdel, con pleno dominio de libertinaje sexual femenino y Safo era una hetaira homosexual. 

La última hipótesis está totalmente descartada por ser poco verosímil. Las dos primeras podrían tener algo de fundamente pero Fernández-Galiano nos da una cuarta hipótesis, la reunión de muchachas podría ser "un grupo de amigas que se reunirían para oír versos sáficos y tal vez para cantarlos. 

Obra

Ha sido reconocida, sobre todo, por sus odas "Himno a Afrodita" y "Me parece igual a los dioses". Su obra culmina en los poemas que se mueven dentro de su círculo y que hablan de sus fiestas y celebraciones, de las relaciones entre sus miembros, especialmente en las que Safo expresa sus sentimientos, hace reflexiones personales, exhortación, celos, etc. Pero antes de llegar a esta culminación, es conveniente decir algo de la poesía tradicional y popular que cultivó.

Himnos: solo el fragmento 44 oficial o tradicional es un himno a Ártemis en el que habla la diosa, que promete su virginidad. La parte central se cantaría en una fiesta de la diosa. El fragmento 2 es una invocación a Afrodita para que venga desde Creta al bello huerto en que Safo y sus amigas celebran la fiesta, a la que se invita a la diosa. En cambio, el fragmento 17 está dirigido a Hera, aquí el centro es el mito de cómo los átridas antes de regresar a su patria, oraron en el templo de la diosa en Lesbos.

En los himnos tomó experiencia para crear un nuevo tipo de poesía. También de otros géneros populares, en parte dramático, con diálogo entre personajes que no son la poetisa. Ejemplos: palabras doloridas de la hija enamorada dirigidas a la madre; el "Poema de Faón", ese que tantas malas interpretaciones ha causado; el deseo de muerte: recuerdo de amores antiguos.

Este género nació en los cultos populares y centrado en el amor de la mujer, su duelo, su diálogo con la madre o con diversos personajes ha sido, sin duda alguna, cultivado por Safo y es raíz de una buena parte de su poesía. 

Epitalamio: son cantos de boda que Safo componía para las ricas bodas de Lesbos, canciones para los dos cortejos de boda, el de los jóvenes y el de las muchachas. 

Los poemas más personales de Safo parten de la forma del himno o del comentario de una situación u opinión, otras veces alusiones directas a una fiesta. Casi todo se centra en el amor y en otros temas como la naturaleza, la belleza, el amor y las divinidades que lo protegen. El mundo religioso está presente en fragmentos en que Safo pide a Afrodita, como el himno dirigido a esta diosa. Respeta el esquema antiguo y le pide a Afrodita que venga con su carro tirado por gorriones, igual que vino en otro tiempo y pregunta a Safo por su aflicción y le promete ayuda. El centro del poema contiene un mito sáfico que desplaza el mito tradicional, pero el esquema es el mismo.  Hay un rico decorado de epítetos ornamentales, un diálogo familiar entre la poetisa y la diosa, una gradación y un clímax. 

Además, tenemos las canciones de debate que se abrían proponiendo un tema u opinión o describiendo una situación, para concluir bien en una exhortación. Cuando el poema conservado tiene extensión suficiente domina el esquema ternario: hay que un centro que "aleja" el tema principal, lleva a un mito o recuerdo del pasado o una comparación, para "regresar en el epílogo, con cierre del anillo o una nueva conclusión.

Por último, quiero hablar de su poema más famoso, el de "Me parece igual a los dioses", cuya interpretación más probable es que Safo sufre al ver la intimidad amorosa de la mujer y el hombre que tiene delante. Describe los síntomas del amor, que ocupan el centro del poema. 

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