"The act" es la serie del momento, o de la cuarentena. No la podréis ver ni en Netflix, ni en HBO, sino en Starplayz, una nueva plataforma que no conoce ni su madre y que parece que ha comprado las migajas que no querían sus fuertes competidoras. Consta de ocho capítulos y no parece que vaya a haber una segunda temporada y ni falta que hace, porque es un final bien cerrado y no creo que quede ningún cabo suelto.
¿Habéis oído alguna vez eso de que la realidad supera la ficción? No sé si lo sabréis, pero resulta que la serie está basada en hechos reales y fue un caso muy mediático en EEUU dado lo extraño que fue. La serie arranca presentándonos a sus dos protagonistas. Dee Dee, una oronda señora de casi cincuenta años y su hija, Gypsy (yo no digo nada, pero el nombre tiene cojones) una adolescente en silla de ruedas.
La auténtica Dee Dee nació en el estado de Louisiana (1967) y desde muy joven tuvo problemas con la justicia por pequeños hurtos, los que le supusieron una estancia corta en prisión. Además, su madre falleció de una forma inexplicable. Con 24 años se casó con un chaval de 17 años y fruto de ese matrimonio nació Gypsy. Poco después, la pareja se separó.
A ojos de la gente, Dee Dee era una mujer alegre, carismática, tierna y era realmente apreciada por sus vecinos. Gypsy, desde una temprana edad padecía una larga lista de enfermedades: distrofia muscular, mal desarrollo de los cromosomas, asma, apneas del sueño, diabetes, alergias, epilepsia, problemas de visión entre otros. Además, padecía retraso cognitivo que le hacía tener la mentalidad de una niña de siete años. Por esto, Dee Dee era vista como una madre coraje, una luchadora que se había sacrificado por su hija. Como imaginaréis, Dee Dee llevaba una gran carga encima, su hija dependía las 24 horas del día de ella y no podía trabajar. Así que vivían de los subsidios, de una paguita que les daba Ronald McDonald y dinero de muchas otras fundaciones. Y si no tenían bastante, Gypsy y su madre perdieron su casa a causa del huracán Katrina en 2005. Pero no os preocupéis, gracias a la solidaridad de las personas les construyeron una bonita casa en otra ciudad.
El 15 de junio de 2015 esta historia da un vuelco y se vuelve muy turbia, cuando en el facebook de la madre aparece un extraño mensaje publicado (podéis verlo aquí): "The bitch is dead", para los que no sepáis inglés algo así como "la perra ha muerto". Sus contactos se alarmaron enseguida, pues Dee Dee era una mujer muy dulce que no decía improperios. Al principio se pensó que podría ser un hacker hasta que apareció un segundo mensaje que decía así: "He acuchillado a esa cerda gorda y he violado a su dulce hija". La gente se asustó, sobre todo porque ninguna de las dos daban señales de vida ya que no abrían la puerta de casa. Al final alguien llamó a la policía y encontraron a Dee Dee muerta de múltiples acuchilladas. Pero, ¿dónde estaba Gypsy? ¿Muerta? ¿Secuestrada? La policía enseguida dio la alerta de que podría tratarse de un peligroso asesino en serie.
Sin embargo, una vecina le cuenta algo a la policía que da un giro la investigación: que Gypsy puede caminar y que desde hacía unos años mantenía una relación sentimental con un chico que había conocido en una web de citas. Tras rastrear la IP de los mensajes de Facebook, encontraron tanto a Gypsy y Nicholas Godejhon. Y por si aún teníais dudas, sí, ellos fueron los autores del crimen. Al ser capturados, ella al principio lo niega, pero al poco tiempo empieza a relatar su escalofriante historia. Si sabéis inglés, podéis ver aquí el interrogatorio real.
Gypsy planificó el asesinato porque estaba muy cansada de su madre. Desde muy pequeña le metió la idea en la cabeza de que estaba muy enferma, a pesar de estar completamente sana. La obligaba a utilizar una silla de ruedas, le afeitaba la cabeza, la atiborraba a pastillas, le introducía la comida por una sonda gástrica, le obligaba a usar gafas, a someterse a cirugías que no necesitaba. Es decir, una auténtica tortura. Hay documentos en vídeo de cómo su madre en las entrevistas le apretaba la mano, por si hablaba más de la cuenta. Si Gypsy se pasaba de la ralla, esta recibía castigos físicos por parte de su madre.
Pero la verdad es que Gypsy no fue la autora material del crimen, solo la cabeza pensante. El que llevó a cabo el asesinato fue su novio, Nick, que el chaval también tenía lo suyo. Estaba diagnosticado de nivel 2 en el espectro del autismo, y aparte parece que tenía múltiple personalidad y esquizofrenia. Luego mi madre me dice que me busque novio por Internet. La policía lo investigó y al parecer ya había tenido un arresto anterior por haberse masturbado públicamente en un McDonald. En la serie pasa muy de puntillas por este tema, y en el documental Mommy Dead and Dearest de HBO, se comenta que este tipo tenía filias sexuales un tanto extrañas. Finalmente, dadas las extrañísimas circunstancias del caso, no se pidió la pena de muerte. Podéis ver los juicios aquí, pero os los resumo: Nick fue condenado a cadena perpetua mientras que Gypsy solo fue condenada a diez años (al fin y al cabo, ella era una víctima también).
¿Os acordáis que dije que la madre de Dee Dee había muerto de una forma inexplicable? Pues se pusieron a investigar a la buena señora y a día de hoy se sospecha que ella misma la pudo llegar a envenenar. Además, se llegó a la conclusión de que padecía una rara enfermedad mental llamada síndrome de Munchausen. Quienes padecen dicho síndrome fingen, se provocan enfermedades. No hay que confundirlo con la hipocondría (preocupación y obsesión excesiva por la salud), sino que estos son plenamente conscientes de que no están enfermos. Tienen una gran necesidad de afecto y de protección, y van de hospital en hospital. Pero, Dee Dee tenía una variante más tétrica de este síndrome llamado Munchausen por poderes. Quien lo padece tiene otra persona a su cargo (generalmente, su hijo) y es a este a quien le provoca síntomas falsos.
Es un síndrome poco común, como he dicho. No está muy investigado, pero parece que nace de una necesidad de ser el centro de atención o de obtener algún beneficio (ya sabemos que la señora vivía de la caridad de la gente y le gustaba estar en primer plano). A veces, suele ir acompañado de otro tipo de trastornos como la psicopatía o la esquizofrenia y otras veces, suele ser secuela de algún tipo de abuso en la infancia, maltrato o abandono. Estos pacientes, generalmente madres, se muestran muy colaboradoras con los médicos y un alto porcentaje de ellas tienen conocimientos médicos previos (Dee Dee era auxiliar de enfermera). Crean síntomas a los niños mediante medicamentos, no alimentándolos, con veneno, asfixiándolos). Los expertos dicen que este tipo de maltrato tiene el mayor índice de mortalidad, sobre todo porque es muy difícil de diagnosticar. Os recomiendo este documental sobre otros casos reales.
La propia Gypsy dice que no se arrepiente de lo que hizo, que en la cárcel se siente mejor. De hecho, cuando entró en prisión engordó unos 15 kilos, algo poco habitual. Puede caminar, puede alimentarse, puede relacionarse con los demás y dentro de cuatro años será libre. Tendrá 32 años y tendrá tiempo de rehacer su vida.
En cuanto a la serie, solo puedo animaros a que la veáis. Lo que más me ha gustado ha sido cómo el ritmo y la tensión de la serie se va intensificando capítulo a capítulo, además de que las interpretaciones de los actores son geniales. Las actrices que dan vida a la pareja protagonista, como suele decirse, se salen. Espero que me contéis si habéis visto la serie o si conocíais el caso. ¡Ah! Y sobre todo, si conocéis algún caso cercano de síndrome de Munchausen, contádmelo.
¿Habéis oído alguna vez eso de que la realidad supera la ficción? No sé si lo sabréis, pero resulta que la serie está basada en hechos reales y fue un caso muy mediático en EEUU dado lo extraño que fue. La serie arranca presentándonos a sus dos protagonistas. Dee Dee, una oronda señora de casi cincuenta años y su hija, Gypsy (yo no digo nada, pero el nombre tiene cojones) una adolescente en silla de ruedas.
La auténtica Dee Dee nació en el estado de Louisiana (1967) y desde muy joven tuvo problemas con la justicia por pequeños hurtos, los que le supusieron una estancia corta en prisión. Además, su madre falleció de una forma inexplicable. Con 24 años se casó con un chaval de 17 años y fruto de ese matrimonio nació Gypsy. Poco después, la pareja se separó.
A ojos de la gente, Dee Dee era una mujer alegre, carismática, tierna y era realmente apreciada por sus vecinos. Gypsy, desde una temprana edad padecía una larga lista de enfermedades: distrofia muscular, mal desarrollo de los cromosomas, asma, apneas del sueño, diabetes, alergias, epilepsia, problemas de visión entre otros. Además, padecía retraso cognitivo que le hacía tener la mentalidad de una niña de siete años. Por esto, Dee Dee era vista como una madre coraje, una luchadora que se había sacrificado por su hija. Como imaginaréis, Dee Dee llevaba una gran carga encima, su hija dependía las 24 horas del día de ella y no podía trabajar. Así que vivían de los subsidios, de una paguita que les daba Ronald McDonald y dinero de muchas otras fundaciones. Y si no tenían bastante, Gypsy y su madre perdieron su casa a causa del huracán Katrina en 2005. Pero no os preocupéis, gracias a la solidaridad de las personas les construyeron una bonita casa en otra ciudad.
El 15 de junio de 2015 esta historia da un vuelco y se vuelve muy turbia, cuando en el facebook de la madre aparece un extraño mensaje publicado (podéis verlo aquí): "The bitch is dead", para los que no sepáis inglés algo así como "la perra ha muerto". Sus contactos se alarmaron enseguida, pues Dee Dee era una mujer muy dulce que no decía improperios. Al principio se pensó que podría ser un hacker hasta que apareció un segundo mensaje que decía así: "He acuchillado a esa cerda gorda y he violado a su dulce hija". La gente se asustó, sobre todo porque ninguna de las dos daban señales de vida ya que no abrían la puerta de casa. Al final alguien llamó a la policía y encontraron a Dee Dee muerta de múltiples acuchilladas. Pero, ¿dónde estaba Gypsy? ¿Muerta? ¿Secuestrada? La policía enseguida dio la alerta de que podría tratarse de un peligroso asesino en serie.
Sin embargo, una vecina le cuenta algo a la policía que da un giro la investigación: que Gypsy puede caminar y que desde hacía unos años mantenía una relación sentimental con un chico que había conocido en una web de citas. Tras rastrear la IP de los mensajes de Facebook, encontraron tanto a Gypsy y Nicholas Godejhon. Y por si aún teníais dudas, sí, ellos fueron los autores del crimen. Al ser capturados, ella al principio lo niega, pero al poco tiempo empieza a relatar su escalofriante historia. Si sabéis inglés, podéis ver aquí el interrogatorio real.
Gypsy planificó el asesinato porque estaba muy cansada de su madre. Desde muy pequeña le metió la idea en la cabeza de que estaba muy enferma, a pesar de estar completamente sana. La obligaba a utilizar una silla de ruedas, le afeitaba la cabeza, la atiborraba a pastillas, le introducía la comida por una sonda gástrica, le obligaba a usar gafas, a someterse a cirugías que no necesitaba. Es decir, una auténtica tortura. Hay documentos en vídeo de cómo su madre en las entrevistas le apretaba la mano, por si hablaba más de la cuenta. Si Gypsy se pasaba de la ralla, esta recibía castigos físicos por parte de su madre.
Pero la verdad es que Gypsy no fue la autora material del crimen, solo la cabeza pensante. El que llevó a cabo el asesinato fue su novio, Nick, que el chaval también tenía lo suyo. Estaba diagnosticado de nivel 2 en el espectro del autismo, y aparte parece que tenía múltiple personalidad y esquizofrenia. Luego mi madre me dice que me busque novio por Internet. La policía lo investigó y al parecer ya había tenido un arresto anterior por haberse masturbado públicamente en un McDonald. En la serie pasa muy de puntillas por este tema, y en el documental Mommy Dead and Dearest de HBO, se comenta que este tipo tenía filias sexuales un tanto extrañas. Finalmente, dadas las extrañísimas circunstancias del caso, no se pidió la pena de muerte. Podéis ver los juicios aquí, pero os los resumo: Nick fue condenado a cadena perpetua mientras que Gypsy solo fue condenada a diez años (al fin y al cabo, ella era una víctima también).
¿Os acordáis que dije que la madre de Dee Dee había muerto de una forma inexplicable? Pues se pusieron a investigar a la buena señora y a día de hoy se sospecha que ella misma la pudo llegar a envenenar. Además, se llegó a la conclusión de que padecía una rara enfermedad mental llamada síndrome de Munchausen. Quienes padecen dicho síndrome fingen, se provocan enfermedades. No hay que confundirlo con la hipocondría (preocupación y obsesión excesiva por la salud), sino que estos son plenamente conscientes de que no están enfermos. Tienen una gran necesidad de afecto y de protección, y van de hospital en hospital. Pero, Dee Dee tenía una variante más tétrica de este síndrome llamado Munchausen por poderes. Quien lo padece tiene otra persona a su cargo (generalmente, su hijo) y es a este a quien le provoca síntomas falsos.
Es un síndrome poco común, como he dicho. No está muy investigado, pero parece que nace de una necesidad de ser el centro de atención o de obtener algún beneficio (ya sabemos que la señora vivía de la caridad de la gente y le gustaba estar en primer plano). A veces, suele ir acompañado de otro tipo de trastornos como la psicopatía o la esquizofrenia y otras veces, suele ser secuela de algún tipo de abuso en la infancia, maltrato o abandono. Estos pacientes, generalmente madres, se muestran muy colaboradoras con los médicos y un alto porcentaje de ellas tienen conocimientos médicos previos (Dee Dee era auxiliar de enfermera). Crean síntomas a los niños mediante medicamentos, no alimentándolos, con veneno, asfixiándolos). Los expertos dicen que este tipo de maltrato tiene el mayor índice de mortalidad, sobre todo porque es muy difícil de diagnosticar. Os recomiendo este documental sobre otros casos reales.
La propia Gypsy dice que no se arrepiente de lo que hizo, que en la cárcel se siente mejor. De hecho, cuando entró en prisión engordó unos 15 kilos, algo poco habitual. Puede caminar, puede alimentarse, puede relacionarse con los demás y dentro de cuatro años será libre. Tendrá 32 años y tendrá tiempo de rehacer su vida.
En cuanto a la serie, solo puedo animaros a que la veáis. Lo que más me ha gustado ha sido cómo el ritmo y la tensión de la serie se va intensificando capítulo a capítulo, además de que las interpretaciones de los actores son geniales. Las actrices que dan vida a la pareja protagonista, como suele decirse, se salen. Espero que me contéis si habéis visto la serie o si conocíais el caso. ¡Ah! Y sobre todo, si conocéis algún caso cercano de síndrome de Munchausen, contádmelo.
4 comentarios:
Hola! Está en mi lista de pendientes y tengo claro que aprovecharé la cuarentena para verla porque es cortita y me llama bastante la atención. Gracias por compartir tu opinión💛
¡Hola! El caso sí lo conocía, soy aficionada a esos programas que narran crímenes famosos o peculiares y un día salió este. Flipé un montón, la historia es tremenda y rocambolesca. No conocía la serie ni la plataforma que comentas, pero me las llevo apuntadas. ¡Gracias!
No conocía ni la serie ni la plataforma donde verla.
La verdad es que no me atrae nada, y después de leer tu opinión, menos.
Al ver la portada creí que se trataba de otra historia más de gente con cáncer, pero leyendote... Por lo general suelo evitar las historias basadas en hechos reales. Alguna peli he visto, pero poco.
Y esta serie de momento no creo que la vea.
Nos vamos leyendo
¿Mi tesoro? Libros
Vaya, no tenía ni idea de este caso, muy interesante...
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