lunes, 30 de julio de 2018 |

Lágrimas negras de Brin, de Nicholas Avedon

El otro día soñé con el espacio. Es un sueño recurrente, será porque dentro de mí hay una astrónoma frustrada. Una de mis grandes pasiones es el espacio (aparte del cine y de la literatura, claro) y siempre digo que lo primero que haría si me sacara el carné de conducir sería comprarme un telescopio. Y os estaréis preguntando dónde está la relación entre ambos conceptos. Pues están estrechamente ligados, no tengo quien me lleve en coche a mirar las estrellas, porque claro, si os creéis que voy a ir yo a pata al monte de noche.. vais apañados.

El libro que voy a reseñar hoy es de Nicholas Avedon, llamado "Lágrimas negras de Brin", a quien no quiero desaprovechar la oportunidad de agradecerle el haberme enviado un ejemplar de su obra. No soy muy asidua  a la ciencia ficción, y debo confesaros algo muy vergonzoso: hace un par de años empecé a leer "Un mundo feliz" y nunca lo acabé. No porque no me gustara, sino porque no ha llegado el momento adecuado. A pesar de que no lo llegué a terminar, se nota que es la novela de cabecera del autor.


Lo primero que tenéis que saber de esta novela es que se trata de una segunda parte de otra,(llamada "11,4 sueños luz") pero se pueden leer como volúmenes independientes aunque estén directamente relacionadas. No he leído esta primera parte pero es muy posible que lo haga para terminar de comprender los recovecos que me ha dejado.

No sé cómo contar un poco el argumento sin desvelar muchos detalles porque quiero que disfrutéis de su lectura como yo lo he hecho. La historia arranca con el pequeño Grim (quien creo que es el personaje más interesante) que es llevado de un orfanato a un inhóspito lugar por un anciano. Es constantemente torturado y sometido a los experimentos de tal sujeto.

Lo que más me gusta de la novela es el contraste de géneros, tan magistralmente integrados entre sí. ¿Fantasía? ¿Ciencia ficción? ¿Cyberpunk? Por un lado, nos encontramos con un mundo muy "Tolkiendil" (como diría una amiga mía) y por otro, ciencia ficción en estado puro. De golpe y porrazo, nos encontramos en el siglo XXIII, de la mano del personaje de Andelain.

Me gusta mucho el estilo sencillo y claro del autor. La narración se va cociendo a fuego lento hasta que de repente el lector se ve atrapado y sumergido de lleno en este mucho tan increíble que ha salido de la mente del autor.

Espero volver pronto a la carga con el blog porque lo tengo un poco abandonado últimamente. De momento, si os ha gustado, os agradecería que me siguierais en el blog y por mis redes sociales.



2 comentarios:

Tamara dijo...

¡Hola!
Nunca había escuchado nada sobre esta novela pero tiene muy buena pinta, buscaré la primera parte a ver si también me llama la atención y quizás le de una oportunidad.
¡Besos!
~El mundo de Selesnya~

Paseando entre páginas dijo...

Hum, vaya, curioso contraste de géneros, miraré más reseñas.

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