martes, 30 de abril de 2013 |

Saló, o 120 días de Sodoma, de Passolini (1975)

Lo primero de todo pedir perdón por tardar tanto tiempo en escribir una nueva crítica, pero trato de centrar todas mis energías en la carrera, que ya me queda solo un último empujón. O quizá un gran empujón, pero intento ser perseverante y trabajar mucho. Tampoco tengo demasiado tiempo para ir al cine, de hecho, la última película que vi fue "Los miserables", y en casa pocas veces tengo tiempo para desconectar y poderme adentrar en el universo del cine.

Este último sábado tuve ocasión de ver una de las películas que más me han dejado con la boca abierta, aunque todavía no he sido capaz de asimilar si eso es bueno o malo. Se trata de "Saló, o 120 días de Sodoma", una versión libre de Passolini basada en la obra del Marqués de Sade, "120 jornadas de Sodoma". No sé muy bien qué le llevó al director italiano a filmar tal obra, y creo que muchas declaraciones no pudo hacer ante la reacción del público ya que fue asesinado antes de su estreno. La verdad es que conocía esta película solamente de oídas y no sé por qué creía que era película erótica con una crítica hacia la homofobia.

Para el que no lo sepa, desde hace un tiempo me he aficionado al cine gore, aunque tampoco entiendo muy bien esa afición mía porque después me oculto entre la manta porque no me atrevo a mirar. Pero supongo que el objetivo del cine (y de cualquier disciplina artística) es el de provocar sensaciones, malas y buenas. Muchas veces mi novio me pregunta que por qué veo cine de terror si me da miedo. Y yo siempre le respondo que ver cine de terror y no asustarse, es como ver una comedia y no reírse. Cuando ves una comedia y no te ríes, es que algo falla. Cuando sales del cine igual que entraste, es que algo falla. Bueno, sales con 8 euros menos y con un cabreo...Abreviando (que me voy por las ramas), la encontré en una lista de las películas enfermizas. Es lo que tiene esperar con ansia la tercera entrega de El ciempiés humano.

Peor centrándonos más en la película, Passolini intenta retratar la maldad del ser humano, ahonda en sus bajos fondos. ¿El argumento? La acción transcurre en la República de Saló (norte de Italia), en plena época nazi Cuatro individuos que cada uno representa una fuerza del país (el Obispo, el Presidente, el Duque y el Magistrado) raptan a diecinueve adolescentes (9 chicos y 9 chicas) y les retienen en un palacio. Con ellos van, cuatro ex-prostitutas, colaboradoras y una señora horripilante que es la encargada de relatar historias se supone que eróticas para caldear más el ambiente. Passolini la estructura en cuatro partes:

1) Anteinfierno
2) Círculo de las manías
3) Círculo de la mierda
4) Círculo de la sangre

No quiero destripar nada revelante, solo advertir que no es apta para todo tipo de personas. Cada uno sabe hasta dónde es capaz de soportar. Yo al llegar al tercer círculo la quité, porque no podía soportarlo más. Al día siguiente me pudo la curiosidad y me autoconvencí de que lo peor ya había pasado. El final fue más light de lo que esperaba, me esperaba una carnicería a lo Saw. Sin embargo, no deja de ser una película aberrante, sobre la suimisión, la tortura, la depravación.

Dicen que el autor intenta criticar todo aquello que aparece en la película. ¿Es necesario ver humillaciones, maltratos, sumisiones, etc...para saber que está mal? ¿Ésa era la intención de Passolini? ¿Saló fue un desvarío suyo? Solo sé que a pesar de todo, la veo con un canto poético a la desesperanza. La poesía no tiene que ser siempre bonita, del horror también puede nacer la poesía.


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