martes, 3 de diciembre de 2019 |

Todo lo que nunca hiciste por mí

Es cierto que Internet ha traído consigo grandes facilidades para nuestra vida diaria, pero cuando se creó Internet también se sembró la semilla del mal. En mis inicios del blog, escribí una entrada sobre el día en que bajé a la Deep Web y sobre lo que allí encontré, y expliqué un poco en qué consistía esta cara oculta de la red. Pero, ¿creéis que los pederastas solo se esconden en los bajos fondos? ¿Que no hay monstruos a la luz del día? Al fin y al cabo, los niños no están en la Deep Web.

Como algunos sabréis, están siendo momentos muy tristes para mí y he andado muy desconectada de las lecturas. Tuve la llamada "crisis lectora", que dícese de ese espacio de tiempo en el que el asiduo lector no consigue conectar ni ser atrapado por ningún libro. Y me topé con este libro que da título a mi entrada, "Todo lo que nunca hiciste por mí" (primera parte de la saga Hyperlink). ¿Habéis probado el moscato azul? ¿Esa sensación de dar un trago tras otro sabiendo que estás ingiriendo algo dañino para tu salud y de dudosa calidad? Pues algo así me sucede con este libro.

No he encontrado mucha información acerca de esta saga. De hecho, no estoy muy segura pero creo que se trata de un libro autopublicado directamente en formato electrónico (si alguien lo sabe, que me lo escriba en los comentarios). Y os estaréis preguntando a ver qué tiene que ver este libro con Internet y los menores. Pues bien, de esto trata este libro: un ciberacosador asesino en serie que capta sus víctimas por medio de la red. Estos jóvenes no son escogidos al azar porque tienen unas características concretas: adolescentes con problemas con alguno de sus progenitores. El modus operandi del sujeto consiste en meter baza en la relación "paterno-filial" y que todo acabe como el rosario de la aurora, a saber, suicidio, asesinato o familias rotas.

Pero lo más llamativo de la novela es que tiene un toque de "novela río". Vemos la historia a través de muchos personajes. Y aunque al principio estos personajes no tienen ninguna relación entre sí, poco a poco sus vidas se van entrelazando y giran alrededor del ciberacosador. Por lo visto, cada volumen tiene cerca de mil páginas y la saga no ha terminado. Miedo me da. Cuando un autor escribe una historia demasiado larga, muchas veces es porque no sabe ni sintetizar ni cómo cerrar la historia. Seguiré leyendo y os contaré

Me ocurre que no quiero revelar nada de la trama y desde hace un tiempo quería escribir sobre el tema de los menores e Internet. Y es que hace poco saltaron las alarmas porque el youtuber Matt Watson destapaba un algoritmo de Youtube que permitía a los pederastas llegar a vídeos en los que aparecen menores. Como habréis notado, Youtube en base a tus búsquedas, te hace recomendaciones. Por ejemplo, a mí me recomienda constantemente vídeos sobre libros y canciones de los Beatles. Nunca me ha recomendado vídeos de gameplays porque no estoy interesada en videojuegos. Pues resulta que en un par de clicks el tal Matt Wattson demostró que podía hacer que dicha plataforma le recomendara vídeos de niñas pequeñas en bikini. Por causa de esto, Youtube se ha convertido en una caterva de pederastas que crean sus propias playlist y lo usan como red de contacto.

Como sabemos, los canales de maternidad están en auge y las madres ponen a sus retoños en bandeja de plata a esta lacra de desalmados, mostrando sus momentos más íntimos (en la ducha, en el retrete, con piojos, enfermos, etc...) . No voy a entrar a valorar si es explotación infantil o no, porque creo que esa sería otra entrada, pero desde luego que estoy en contra de la sobreexposición de menores tanto en Youtube y redes sociales. Pero estamos perdiendo completamente el norte, no es subir una foto a tu cuenta privada de Facebook, hablamos de niños que son filmados desde que se levantan hasta que se acuestan y expuestos ante millones de personas. Millones de personas que saben dónde viven, a qué colegio van, sus rutinas.

La youtuber "Medianoche" contaba algo muy siniestro sobre la existencia de unos blogs en los que se subía fotomontajes pornográficos con las caras de los hijos de algunas youtubers.   Además, poca cosa se puede hacer frente a esta situación puesto que es algo legal. Pero lo más alucinante es que a las propias madres de estos niños les da lo mismo, son conscientes - y si no lo son es que son muy imbéciles- de que los pedófilos forman una gran parte de sus seguidores.

 ¿Y que hace Youtube ante esto? Nada. Lo la de ley Coppa está muy bien. Por si alguno vive en una burbuja, a partir de 2020 los canales infantiles y de maternidad dejarán de ser monetizados con el fin de evitar la explotación y la sobreexplotación infantil. ¿Creéis de verdad que Verdeliss vive a todo tren por los ingresos que genera en su canal? No, los canales familiares viven de las colaboraciones y de las marcas. Pero nada, bienvenidos al siglo XXI.

Si te ha gustado la entrada, sígueme en el blog y en mis redes sociales. 

2 comentarios:

Librosparaleer dijo...

Hola!!
Me has dejado alucinando con este post, el libro lo más seguro que lo lea, ya que este tema me interesa.
Un saludo

Ali dijo...

Sobre todo espero que te encuentres mucho mejor muy pronto.Y que pase esa crisis lectora.
En cuanto al libro, a mi que soy masoca me gustan mucho este tipo de thriller.
Lo buscaré en formato digital a ver si puedo leerlo.
B7s

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