martes, 13 de octubre de 2020 |

A ghost story

¿Quién no ha pensado nunca qué pasa después de la muerte? ¿Cómo se tomarían nuestra muerte nuestros seres queridos? Sí, la muerte es un tema que me obsesiona. Me llena de curiosidad y me aterra a partes iguales. 

He de decir que ya había visto muchas veces el cartel publicitario de esta película por Amazon Prime. Y sé que no hay que tener prejuicios pero me pareció que era la típica película de terror, con casas encantadas de por medio. O sea, mala con ganas. Pero una persona compartió unos "stories" en Instagram de esta película e hizo una breve reseña y me llamó muchísimo la atención. Aviso a navegantes: no es una película para todo el mundo, ni para cualquier momento. Es de esas películas que requieren nuestra concentración más absoluta y nuestros cinco (incluso el sexto) sentidos al máximo.  No es una película de terror, sino que es catalogada dentro del género "posthorror". Es un terror que da un paso más allá, más interno, más existencialista. 

Sí, sé que a priori ver a un tipo tapado con una sábana representando a un fantasma es terriblemente ridículo e infantil. De hecho, el mismo director, David Lowery, llevó a cabo este arriesgado proyecto en la sombra, por si al final resultaba ser un despropósito. Ya sabéis, aquí paz y después gloria. Escogió a actores de confianza, con los que ya había trabajado (Roony Mara y Casey Affleck) y todo el equipo de rodaje eran amigos.

Quizás os estéis preguntando de qué va esta historia, si no es de terror. La película nos presenta a una pareja. Él es músico y muere trágicamente en un accidente de coche y vuelve como un fantasma a la casa en la que vivía con su mujer. Y puede que para mucha gente sea una película en la que no pasa absolutamenta nada. No hay apenas diálogo y el film fue rodado en 4:3, con los bordes redondeados. Por un lado, querían crear una atmósfera nostálgica, de fotos antiguas y filmación casera. Por otro, querían crear un clima más asfixiante, en el que el fantasma se viera atrapado como en una caja de zapatos. 

El fantasma tuvo la opción de pasar al más allá, de entrar por el túnel de luz. Sin embargo, decide quedarse en la Tierra. Como he dicho anteriormente, vuelve a la casa en la que vivía su mujer. Él no puede ser escuchado ni visto, es un mero espectador de lo que ocurre dentro de la casa. Me parece muy interesante cómo el director relata el proceso de duelo de la mujer, visto desde el punto de vista de la persona que ha muerto. Percibimos la angustia del chico por esa imposibilidad de comunicarse. Además, el tiempo para él no tiene ningún significado: el tiempo pasa, arrasa con todo, con la vida y con lo que somos. No sabemos si su percepción del tiempo es la misma que la nuestra, pero asistimos en primera fila a ver cómo su mujer completa su duelo y sigue su camino, cómo otros inquilinos alquilan su hogar y a cómo su casa es derrumbada para dar lugar a un edificio. En un momento de la película, el tiempo se vuelve cíclico, es decir, todo vuelve a empezar y entra en una especie de bucle temporal. 

En cuanto a la estructura, es muy llamativa la ausencia de diálogos. Es una cinta muy visual y rudimentaria. Las imágenes y los silencios bastan para transmitir la historia. El fantasma, a pesar de ser un tipo con una sábana por encima, es realmente expresivo. Un simple movimiento de cabeza lo dice todo. Eso sí, está claro que esta peli queda muy lejos del espectador medio y del cine convencional. No digo que sea cine para "gente culta", sino que hay que tener claro qué se va a ver. Que os conozco y sé que alguien me escribirá para decirme que menuda "chusta" de película le he recomendado. 

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viernes, 24 de julio de 2020 |

Terror a los exámenes: cuando el profesor no te cree y la sociedad te mira por encima del hombro (Confesiones IV)

La primera vez sucedió en primero de carrera. Era un examen de latín, me parece que traducíamos a Ovidio. El profesor me dio el examen, y bueno, yo había estudiado. Sabía que no iba a sacar una matrícula, pero no había ninguna razón para pensar que iba a suspender. Sin embargo, algo que no sabría explicar sucedió: el texto de Ovidio era demasiado grande y yo demasiado pequeña. Era como si mi mente hubiera sido encerrada bajo llave. Era yo y a la vez no lo era, era un cuerpo sin alma, sin capacidad de raciocinio. Me sentía como un conejillo blanco a punto de ser devorado por una boa constrictor, como si estuviera a punto de ser engullida por una ola gigante.  Solo pude hacer una cosa: huir.

Bueno, un mal día lo tiene cualquiera. ¿Quién no se ha bloqueado en un examen? Podía presentarme a la recuperación, tenía la asignatura ya preparada y solo tenía que repasarla. Ojalá la vida fuese tan sencilla, pero lo cierto es que ese bloqueo en latín solo fue el principio de una pesadilla. Quizá es que me tomo demasiado en serio los estudios, que me tomo la vida demasiado en serio. O que soy demasiado insegura, o demasiado fatalista. ¿Quién sabe? Sea lo que sea, hoy volví a soñar que estaba en la universidad y reviví ese horror. Por eso me gustaría compartir mi experiencia con los demás, porque creo que esto es un tema tabú o que muy poca gente cree que sea cierto.

Creo que yo nunca sería una excelente estudiante. Reconozco mis defectos, uno de ellos es que soy despistada. Muchísimo. No creo que pudiera sacar dieces, siempre habría algo que no he leído con suficiente atención, algo que se me olvidó estudiar, que se me olvidó escribir. Además, ya he dicho que yo no me adapta a este sistema educativo, pero esto sería otro tema. En definitiva, aunque tenga muchos factores en contra, creo que no tengo demasiada dificultad para aprender, comprender y memorizar. Y no penséis que soy una persona ególatra y con un alto concepto de mí misma. De hecho, tiendo a infravalorarme. Lo que estoy tratando de explicar es que creo que mis caóticas notas nunca reflejaron mis conocimientos.

No sé si mis métodos de estudio son los correctos. No obstante. mi método no dista demasiado de lo que recomiendan los expertos. Sin embargo, leí y profundicé en el tema. Y es que cuando me empezó a ocurrir aquello, pensé que a lo mejor no estudiaba lo suficiente. Mis jornadas de estudio eran tan intensas como poco productivas. Lo que he aprendido es más fructífero estudiar poco y bien, que mucho y mal. Recuerdo horas de agotamiento delante de las traducciones, de los apuntes. El dolor de espalda, de costillas, de ya no saber en qué postura ponerse. Los nervios, la ansiedad de cuando la fecha del examen se acerca. Me echaba a temblar y lo estudiado se quedaba encerrado en el ático y no quería salir. Según los expertos, la noche previa al examen se debe descansar, pero yo no podía permitirme eso. Tenía que evitar el desastre fuera como fuera. Dormía apenas un par de horas, y el cansancio se acumulaba a la presión. Sin embargo, trataba de autoconvencerme de que me iba a salir bien. Había estudiado, ¿por qué no iba a salir bien? Al inicio del examen mi ánimo se venía arriba y por un momento, pensaba que todo saldría bien. Luego, todo se venía abajo. Mi esfuerzo se iba por un desagüe, y la sensación de derrota era devastadora.

Ahora, trata de explicarle a alguien que tu nota es un 2, pero que lo habías preparado. Puede pasar dos cosas: o que no te crea, o que piense que eres tonto y que no eres válido para los estudios. Yo no pienso que las personas definan a las personas, pero en el ambiente académico sí las definen. De ellas dependen tu credibilidad ante al profesor o ante los compañeros. Cuéntale al profesor que habías estudiado para el examen que dejaste prácticamente sin escribir. No va a creerte, de ninguna manera, solo queda bajar la cabeza y dejar que te llame tonto o vago.Los profesores, en general, consideran al alumno digno discípulo del Lazarillo de Tormes: un pícaro que hará todo lo que esté en su mano para aprobar sin tocar un libro. Claro está que mediante el engaño, la manipulación y miles de argucias.  No dudo que en muchos casos sea así. No obstante, pienso que quedarse en que "los alumnos son unos vagos" es tener una visión muy simplista de la realidad. O peor, "son mediocres"

 Y así es como empecé a pensar que a lo mejor es que yo era tonta, que no tenía capacidad para estudiar, que fue la Universidad había sido un error garrafal.

Salir de ese infierno y de esa espiral no fue tarea fácil. Además de  aprender a tomarme las cosas con más calma, tuve que tomar decisiones difíciles. Tuve que mentalizarme de que tenía que estudiar como para sacar un 10, teniendo en cuenta que, como he dicho, yo no soy alumna de 10. Sabía que un 50% de lo aprendido el día del examen no podría sacarlo de mi cabeza, así que tuve que asegurar el 5. Por poner un ejemplo: teníamos una asignatura en la que se traducía "tragedia griega". Literalmente me encerré en la biblioteca durante dos meses, de nueve de la mañana a seis de la tarde, con un descanso de 10 minutos para comer. Me preparé unas cuatro tragedias a conciencia (traducción y comentario) y antes de dormir, leía tragedia para conocer bien el argumento de las obras. Si no tenía suficiente con eso, me grababa leyendo lo traducido para escucharlo en los pocos ratos libres que me quedaban (por si en el examen caía justo eso).

No trato de victimizarme en esta entrada. ¿Para qué? ¿A quién le importa? ¿A mis compañeros que copiaban en los exámenes pero me miraban por encima del hombro? Solo quiero contar mi experiencia, porque me imagino que yo no soy la única en el mundo a la que le ha ocurrido. No he encontrado mucha información sobre este tema en la red, y si alguien está en esa misma situación, me gustaría que encontrara consuelo en mis palabras y que sepa que no está solo.

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miércoles, 3 de junio de 2020 |

Girls: ¿la voz de una generación?

No sé cómo empezar la entrada de hoy, aún sigo consternada. Y es que ayer terminé de ver la serie producida por HBO llamada "Girls". Sí, sé que el título genera prejuicios y que lo que se espera es que sea un refrito de "Sexo en Nueva York" y "Gossip girl", pero no ha sido así. Creo que la definiría como una patada en el útero de realidad, pero una patada necesaria. 

La autora
La serie está protagonizada, dirigida y escrita por Lena Dunham, que por aquel entonces era una jovenzuela de veintitantos años. La primera mujer en producir una serie para una cadena privada de tal magnitud como HBO.  Pero antes de eso, ya había rodado alguna película independiente como Tiny Furniture (2010), que estoy deseando ver. Además, publicó un libro llamado No soy ese tipo de chica, el cual me arrepiento profundamente de habérselo regalado a unas hermanas muy majas que venían el curso pasado a clases de inglés conmigo. Y normalmente, no me suele pasar eso. De los libros que he donado, solo me he vuelto a comprar Cien años de soledad por presión social, pero no debo de ser lo suficientemente culta ni intelectual para que me guste. Volviendo a Dunham, creo que es de esas personas que amas o odias. Yo la amo porque no tiene miedo en alzar la voz y denunciar las injusticias.

Millenials

La serie se centra  en las vidas de cuatro jóvenes (Hannah, Marnie, Jessa y Soshanna) que están en esa etapa de la vida en la que no se es ni una chica ni una mujer. Excepto Soshanna, todas han terminado la carrera hace un par de años y se mudan a vivir a Nueva York, esa ciudad que tenemos idealizada, la ciudad de las oportunidades. Pero se dan de bruces con la realidad: a pesar de estar ser la generación mejor preparada académicamente, labrarse un futuro profesional no es fácil. Esta generación de la que hablo son los "millenials" (a la que yo misma pertenezco).

 Es difícil establecer un límite, pero más o menos seríamos los nacidos entre 1981 y 2000. Esa generación que vive a caballo entre dos mundos, entre uno que muere y otro que no acaba de nacer. Somos los últimos en haber hecho muchas cosas y los primeros en hacer otras muchas. Somos la primera generación que ha crecido con la tecnología, que ha vivido los inicios de Internet y las nuevas formas de comunicación. Pero también hemos conocido ese mundo que estamos dejando atrás: esa época en la no existían los móviles, de máquinas de escribir y de cintas en VHS. Hemos tenido la vida mucho más fácil que nuestros padres, se nos considera caprichosos, mimados y narcisistas, pero lo cierto es que en cuanto a crecer laboralmente, lo tenemos muy difícil. Si nuestros padres aspiraban a un trabajo que les diera para vivir, nosotros aspiramos al trabajo de nuestros sueños. Y de eso va Girls, de esa generación perdida, sobre cómo afrontar los fracasos y de esperar ese futuro ansiado que nunca llega. 

¿Lena Dunham es la voz de nuestra generación?

La serie comienza con una escena en la que vemos a la protagonista, Hannah, cenando con sus padres. Estos le comunican que van a cerrarle el grifo y que a partir de ahora va a tener que mantenerse sola. Hannah sueña con ser escritora, sabe que tiene potencial y talento pero necesita depender económicamente de sus padres para explotar su creatividad. En una serie normal, lo que esperaríamos es que la protagonista agarrara el toro por los cuernos, afrontara la situación y demostrara a todo el mundo que puede sobrevivir sola. En cambio, Hannah lloriquea como la niña caprichosa que es, incluso llega a decirle a sus padres la suerte que tienen porque no es ninguna drogadicta. Al día siguiente, Hannah se presenta en la habitación de sus padres (curiosamente, después de haber ingerido opio) y les pide una manutención de 1,100 dólares durante dos años para poder terminar su novela (oferta que rechazan). Además de decir algo muy revelador, que "quería ser la voz de su generación". A raíz de ese comentario, se lapidó la serie, llamando a Dunham ególatra y pretenciosa. Y aunque ella misma ha dicho que el personaje de Hannah está inspirado en sus vivencias, tenemos que separar la actriz del personaje

Las chicas

Hannah, como he dicho, es la protagonista. Se ha graduado en lo que en España sería Filología Inglesa y es becaria (sin cobrar) en una editorial, en la que espera que el libro que está escribiendo sea publicado. Se cree única y especial, y que el mundo gira porque ella respira. Tiene una personalidad narcisista: cree demasiado en sus posibilidades y en su capacidad como escritora. Es muy inconstante, no termina nada de lo que empieza y salta de un trabajo a otro porque no están a su altura. Además, tiene un sentido del humor muy ácido y negro. Recuerdo especialmente una escena en la que hace una entrevista de trabajo y parece congeniar bien con el espectador, yo incluso pensé que se iban a liar. En el último momento hace una broma poco afortunada sobre las violaciones en los campus universitarios y la cara del chico es un poema. ¿Sabéis quién es Sheldon Cooper, no? Todos estamos de acuerdo en que es odioso, pero aún así lo amamos. Algo así sucede con Hannah.

Marnie, en un principio, parece la más centrada del grupo. Tiene "el novio perfecto" y es la única que tiene un trabajo remunerado en una galería de arte. Sin embargo, no parece estar del todo a gusto en esa relación (el chico es un soso) y a raíz de la ruptura con Charlie, su novio, y el ser despedida de su trabajo, cae al vacío. A lo largo de la serie, somos testigos de la dependencia emocional que tiene de los hombres con los que sale. Es el personaje más perdido de la serie, todo lo va mal y no sabe sabe tomar ninguna decisión correcta. 

Jessa es difícil de definir. De origen británico, opta por un estilo de vida más alternativo. No terminó la universidad y se dedica a viajar y a vivir la vida sin pensar mucho en el futuro, ni en nada. Toma las decisiones a lo loco (en el último capítulo de la primera temporada se casa con un hombre al que apenas conoce y muy poco después, se psepara). Viene de un hogar desestructurado que ha hecho mella en ella y tiene un serio problema con las drogas. 

Soshanna, medio judía y prima de Jessa. Es más joven que las demás y aún está en la universidad. Pese a sus idas y venidas, me parece la más centrada de las cuatro y tiene más claro lo que quiere. Le avergüenza profundamente ser virgen con 21 años, pero pronto eso cambia y tiene su etapa de ir de cama en cama. Cuando se gradúa y ve que que el mundo laboral no es lo que espera, se viene abajo. Aún así, pronto le ofrecen la oportunidad de irse a trabajar a Tokio y ese viaje es muy revelador y se encuentra a sí misma. Aunque al principio de la serie parece tímida y que no se atreve a expresar su opinión en público, con el paso del tiempo empieza a soltar verdades envueltas en dardos envenenados. 

La ciudad que nunca duerme

Como telón de fondo tenemos Nueva York, más concretamente el distrito de Brooklyn. Contrasta mucho con la imagen que tenemos de las películas: nos muestra el otro la de la moneda. Las chicas pertenecen a una clase social media-alta y sin embargo, a duras penas llegan a final de mes. Nos muestra una ciudad gris (o sucia), más hipster y económica que Manhattan.

Sexo

El sexo es una parte importante de la serie, aunque no forme parte de la trama. Se representa de un modo muy realista y está muy lejos de las escenas de Hollywood rítmicas, en las que ambos tienen orgasmos a la vez y todo es perfecto. En Girls las escenas sexuales son grotescas, sucias, antieróticas y explícitas. Es decir, muy realistas. Y es que, el sexo sacado de contexto, ¿no es simplemente un asqueroso intercambio de fluidos? El cine y la literatura han "endulcarado" las relaciones sexuales. Hace un tiempo leí un artículo que hablaba del sabor que las vaginas en la literatura saben a fresas, a néctar de azúcar, etc. Y hablemos con propiedad: los coños saben y huelen a coño. El sexo no huele ni sabe a frambuesa, sino a sudor, a semen, a sangre, a látex, etc. 

La serie no está rodada en una época en la que el sexo es solo para las chicas malas y cada una de ellas explora y experimenta su sexualidad. A veces con amor y otras sin él. Además, Lena Dunham quiere alzar la voz y denunciar ciertas actitudes machistas de los hombres. A Addam, un novio "rarito" que tuvo Hannah, le gustan las prácticas sexuales un poco bestias y, aunque la protagonista accede, no se la ve realmente cómoda. 

Hubo una escena sexual que HBO pensó que era demasiado, en la que Addam  eyacula sobre su novia que tuvo tras romper con Hannah. Se estuvo a punto de censurar, pero independientemente de que la escena fuera de mal gusto o no, lo terrible aquí es que ni siquiera queda claro si se trató de una violación. Muchas mujeres son violadas por sus parejas sin saberlo (porque el que alguien sea tu pareja no tiene vía libre sobre ti) y en la serie eso queda ahí, de forma anecdótica. 

También me llama la atención la forma en la que se trata el acoso sexual en el trabajo. Sé que quizá penséis que lo hacen de forma frívola, haciendo chanza sobre el tema. El caso es que Hannah logra un trabajo en una editorial y el jefe, un señor de apariencia muy amable, tiene la mano muy larga. Ella se sorprende de cómo actúan sus compañeras,  acceden porque de ese modo obtienen privilegios. Y esta chica, con ideas de bombero, le propone follar para así poder publicar su novela. El hombre se ríe en su cara y le dice "que no quiere follar con ella", pero valora su sentido del humor. 

Desnudos integrales

Lena Dunham está claro que quiere romper el cánon de belleza actual y quiere dar visibilidad a cuerpos con michelines, bajitos, con celulitis e imperfectos. Es decir, cuerpos reales. Para ello se expone a sí misma en pantalla. La vemos en todo tipo de situaciones desnuda o semidesnuda, lo cual a mucha gente ha incomodado. Y digo yo, ¿si fuera Nathalie Portman incomodaría tanto? Me parece importante señalar una escena en la que un amante de Hannah le señala la gran cantidad de vello púbico que tiene y ella le mete un zasca diciéndole que su función es proteger la vagina. 

¿Racismo?

A la serie se la ha acusado de no haber representación racial, teniendo en cuenta que Brooklyn es un lugar muy multicultural. Creo que Dunham no quiere hablar por otras razas. Ella es de raza blanca y tiene una posición social privilegiada. ¿Quién es ella para hablar en nombre de las mujeres negras? ¿No es eso lo que se ha hecho siempre? ¿Hablar por las mujeres y hablar por las personas de otras razas? La autora quiere hacer una crítica de su clase social y habla de los problemas de su clase. Entiendo que hay que dar visibilidad a todo el mundo, pero parece que a la protagonista hay que meterle con calzador una amiga negra y un amigo gay, para que se vea que no es ni racista ni homófoba. 

La amistad es para siempre

Seguramente supongáis que en la serie se retrate una amistad invencible, que aunque la vida sea difícil se tienen unas a otras para apoyarse. No creo que en verdad sean tan amigas y a medida que la serie avanza, se ve cómo van cambiando y distanciándose. Y creo que esto se asemeja más a la realidad que la famosa canción de "amigos para siempre". Un día te das cuenta de que ya no tienes absolutamente nada en común con tus amigas, que lo que os unía ya no existe, que ni os veis y la única relación que tenéis son incómodas conversaciones por Whatsapp, si es que te responden. Al final cada uno tiene que seguir su camino y los amigos van y vienen.

 A Hannah siempre se la tacha de egoísta y creerse el centro de todo, pero las demás también lo son y solo piensan en sus intereses. No quiero decir que se caiga en el tópico de que "las mujeres somos malas y nos jodemos unas a otras", simplemente que no son tan amigas como pensaban.  Vemos cómo que a veces se sigue siendo amigo de alguien por inercia y porque da pereza "mandarse a tomar por culo".

¿La maternidad como símbolo de madurez?

En la sexta y última temporada Hannah se queda embarazada de un rollo de una noche.  Lena no está en contra del aborto, está a favor de que la propia mujer decida si quiere ser madre o no. Y el caso es que sí, choca a un personaje como Hannah afrontando la maternidad, en una época de su vida tan inestable a nivel emocional y laboral. No la vemos como madre por cómo ha sido la trayectoria del personaje: es muy inmadura, volátil, poco centrada y muy alocada.

 Pero la maternidad no siempre llega cuando toca y algunas veces llega de improviso en el peor momento. Esto hizo que la serie fuera muy criticada porque muchos creyeron que daba a entender que se alcanza la madurez cuando se tiene hijos. Pero no creo que se nos quiera transmitir eso: Hannah está aterrada y alguien importante para ella le dice "vas a ser una mala madre" y en el fondo, el espectador piensa eso. En el último capítulo, la vemos ya con su hijo y su maternidad se aleja mucho de la idea que tenemos de que todo es maravilloso. Se siente frustrada y que su hijo la odia, y no tiene la madurez suficiente para afrontarlo. Su amiga Marnie se muda con ella para ayudarla los primeros meses y parece que recae en ella toda la responsabilidad del bebé. 

Me gusta que se dé esta visión porque aunque no soy madre, creo que nos meten la idea en la cabeza de que ser madre es el culmen de la felicidad. Hannah posiblemente ya no sea escritora y ha dejado de lado sus aspiraciones profesionales para centrarse en su hijo. Girls nos muestra que poco importa los sueños de cada uno porque al final, generalmente, la vida te lleva hacia otro lado. 

Cuestiones

Si en una reseña de una película me dejo muchas cosas en el tintero, imaginad en una serie de seis temporadas. Creo que es una serie necesaria, que no trata de un grupo de niñas consentidas y mimadas,. También creo que es una serie que reivindica el feminismo y su necesidad, aunque se observen algunos comportamientos machistas de los personajes.  Que las personas actúen sin comportamientos machistas es una utopía, lo tenemos tan interiorizado que forma parte de nuestro día a día. Lena Dunham lo muestra y lo señala

Hay un capítulo que es oro puro, que aunque no tengáis intención de ver la serie, lo tendríais que ver. Se trata del tercer capítulo de la sexta temporada llamado "American bitch" (La zorra de América), en el que Hannah es llamada para conversar con un escritor al que ella admiraba acusado de varias agresiones sexuales a universitarias. Ella va con la idea de señalarlo y de dar voz a esas mujeres víctimas de abusos que son silenciadas. Pero el tipo, un seductor nato, la va llevando a su terreno y poco a poco se va relajando. Cuando parece que ya duda de su culpabilidad y empieza a conectar con él, le pone el pene encima.

No creo que sea una serie para todo el mundo. Es políticamente incorrecta y tiene un sentido del humor que no gusta a todo el mundo. No tiene nada que ver a ninguna serie que haya visto, a lo que más me recuerda es al cine independiente. Os animo a verla y que luego me lo dejéis en los comenatarios. ¿Me recomendáis las series que más os hayan impactado? ¿Conocíais a Lena Dunham? 

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martes, 26 de mayo de 2020 |

Hansel y Gretel

No tengo ni idea de cuándo subiré esta entrada, pues hace pocos días subí la última. Pero ya veis, tenía ganas de investigar y de escribir. Hacía casi un año que no subía nada relacionado con los cuentos de hadas, por eso hoy os traigo un nuevo psicoanálisis de uno de mis cuentos favoritos de la infancia. ¿Qué versión veías/leías de pequeños? Mis referentes son dos versiones: una perteneciente a "Videocuentos infantiles" y otra a "Cuentos de las estrellas". ¡Cuánto ha llovido desde entonces! Me pregunto, ¿a los niños de hoy en día les siguen leyendo estos cuentos? Los cuentos, como he dicho muchas otras veces, tenían y tienen una finalidad didáctica y eran necesarios para que los niños adquirieran herramientas para enfrentarse a la vida. 

¿Recordáis de qué trataba? Una familia es sacudida fuertemente por el hambre y la miseria. La madre o madrastra (según la versión), una mujer despiadada y astuta, persuade a su marido para abandonar a los niños en el bosque. Así serían dos bocas menos para alimentar. Sin embargo, los niños descubren el plan y Hansel idea un plan: ya sabéis, va dejando piedrecitas por el camino para volver a casa. La primera vez logran regresar, pero la segunda en lugar de piedras deja un caminito de migas de pan y estas son comidas por los pájaros. Se pierden y encuentran una casa hecha de chocolate/turrón/caramelo, varía según la versión. Como niños muertos de hambre que son, se lanzan a comérsela sin pensar. Desgraciadamente, esta casa pertenecía a una terrible bruja que usaba esa deliciosa casa como trampa. Hansel es metido en una jaula y Gretel sería la encargada de alimentarlo y de engordarlo para que la bruja se lo zampara. Pero lo que ocurre es que aunque la bruja fuera malvada, era un poco lerda y además un poco cegata. A Gretel se le ocurrió la idea de que cuando la bruja tocara los dedos de Hansel para ver si había engordado, este le dejara tocar unos huesos de pollo. Al final, la bruja desistió y decidió comerse al chaval tal y como estuviera. Así que mandó a la niña encender el horno, pero esta logra engañar a la bruja y la empuja dentro del horno. Los niños cogen el tesoro de la bruja y consiguen regresar a casa. Cuando llegan, su madre/madrastra ha muerto y su padre se muestra muy arrepentido.

Empecemos por los personajes. El padre, al cual se le presenta como tonto. Me recuerda al padre de Peppa Pig. Creando a un personaje de esta índole, se le trata de exculpar pues estaba idiotizado o hechizado por su mujer. Tras la muerte de esta, recupera la cordura y se muestra arrepentido.

La madre o madrastra es una figura desalmada, celosa, manipuladora. En sus primeras versiones aparece la figura de la madre, pero posteriormente por una madrastra. Es impensable que una madre pudiera hacer eso con sus hijos. Creo que recordar que en las primeras versiones de Blancanieves ocurría lo mismo.  Algunos postulan que la madrastra y la bruja podrían ser el mismo personaje. ¿Qué pensáis?

En cuanto a la bruja, creo que le pasa lo mismo que al padre, que tiene la inteligencia justita para echar el día. No es muy astuta, no distingue un hueso de pollo de un dedo de un niño, aunque ni siquiera se le ocurre tocar más partes del niño. Y aunque es un personaje evidentemente malo, no nos parece tan repulsivo como la madrastra.

No lo tengo muy claro, pero me parece que Hansel es algo mayor que Gretel, o al menos es quien lleva la iniciativa. Y aunque pudiera resultar muy astuto, es lo suficientemente incauto como para echar miguitas de pan por el camino. ¿No era obvio que se las comerían los pájaros? Además, una vez capturado deja de tener ese perfil activo y depende absolutamente de su hermana.

Menos mal que está Gretel para poner orden. Me parece el personaje más real: es una niña asustada y al principio, paralizada por el miedo, depende de su hermano mayor. Pero supongo que vio que si ella no hacía nada, acabarían en el estómago de la bruja. Es la que tiene la idea del hueso del pollo y quien mata a la bruja. Dicen que el personaje de Gretel es un equilibrio simbólico para que no dañe la concepción sobre la parte femenina de la vida.

Es obvio que la pobreza y la miseria no mejoran a las personas, sino que las hace aún más egoístas, menos sensibles y más perversas. Y es que cuando el hambre aprieta, reaccionan los instintos de supervivencia y no el raciocinio. Hansel y Gretel representan al bebé que se despierta de noche llorando porque tiene hambre. En esos momentos, el bebé tiene miedo de ser abandonado y de morir de hambre. La madre o madrastra, en el cuento, representa la fuente de alimento para el niño. El cuento, por lo tanto, encarna las ansiedades y tareas de aprendizaje del niño y destruye sus deseos más primitivos.

En cuanto a la simbología de los objetos, la casa de chocolate (o de azúcar, o de turrón, o de lo que sea) simboliza el cuerpo de la madre. Esta alimenta a al bebé y este devora el pecho como Hansel y Gretel devoraron felices y despreocupados la casa de la bruja. El tesoro de la bruja representaría la madurez y el dárselo a su padre el contribuir al bienestar familiar.

Por un lado, los lugares y espacios tienen una clara simbología. El agua es importante y simboliza la vuelta al hogar, un nuevo camino abierto. El bosque, por el contrario, simboliza el aislamiento y el sentimiento de soledad. El cisne blanco (no sé si lo recordaréis, pero logran llegar a casa gracias a un cisne) representa la protección maternal y los pájaros la parte positiva de enfrentarse a los miedos.

¿A vosotros os leyeron cuentos de pequeños? ¿Qué otros cuentos de hadas os gustaría que analizara? Si os interesa este tema, os dejo enlaces de análisis a otros cuentos.

La sirenita
La bella durmiente
La bella y la bestia
Caperucita
domingo, 17 de mayo de 2020 |

Follarse a un oso


Oh, oso.

Debo de confesar que mi acercamiento a este libro fue simplemente por  mi amor a los animales. Yo tengo una conexión especial con ellos. Tal vez porque soy un poco misántropa y sufro una tremenda decepción hacia el ser humano. Somos creadores de las mayores atrocidades y los animales ahí están, haciendo sus quehaceres sin molestar a los demás. Por eso pensaba que "Oso" (Marian Engel) era un libro escrito para mí, puesto que trataba de la relación estrecha entre una mujer y un oso. Y tan estrecha..¡inocente de mí!

El libro, publicado en 1976 está editado en Impedimenta pero yo lo adquirí en digital por su elevado coste. Eso sí, si podéis comprarlo en papel, hacedlo. La edición es preciosa.  La autora es la canadiense Marian Engel y ,en un momento de su vida en la que estaba pasando por graves apuros económicos, le ofrecieron la oportunidad de escribir relato erótico para un libro de relatos que se iba a publicar. Este proyecto quedó en el aire y Engel le dio un par de vueltas al relato y surgió esta novela breve. El libro fue muy polémico porque, como ya habréis adivinado por el título de la entrada, trata el tema del bestialismo.  Aún así, ganó un premio importante y a día de hoy es considerado un clásico. Como en este país somos un poco mojigatos, no se ha traducido al español hasta 2015.

Isla canadiense
¿De qué va el libro? Conocemos a Lou, una joven canadiense. Trabaja en la biblioteca de un instituto. Es una ávida lectora pero hace mucho que no se sumerge en las páginas de un libro (¿postureo? ¿bloqueo lector?) y el rumbo de su vida cambia cuando el instituto recibe una peculiar herencia. La herencia es una casa victoriana perteneciente al capitán del ejército en una isla, en la que no hay ningún residente (humano, me refiero). Por si alguien anda un poco desubicado, el archipiélago canadiense consta de más de 30.000 islas, algunas diminutas. Otro dato que descubrí gracias a este libro: existen los indios (de esos con plumas) canadienses. Llamadme ignorante, pero como no soy muy aficionada al cine "western", pues lo desconocía. Volviendo al argumento, como en esta casa victoriana hay una enorme biblioteca,  Lou es enviada allí para clasificarla y ver qué es aprovechable. Pero la casa tiene una particularidad, está vinculada a un viejo oso. Es decir, no es un oso salvaje, sino que pertenece a la familia. Él tiene su cobertizo, le dan de comer, se da sus chapuzones en el agua... Así que además de encargarse de la biblioteca, tiene que encargarse de los cuidados del animal.

Lou es una persona un tanto peculiar. Introvertida, solitaria y con grandes problemas para relacionarse con los demás. Alguno que me conozca dirá que tiene un gran parecido conmigo, pero nada podría estar más lejos de la realidad. No es que yo tenga problemas para relacionarme, al contrario, a veces me asombra la capacidad que tengo para caer bien. Soy yo la que no hago por relacionarme. Pero hay algo que Lou lleva mal, o al menos a mí me da esa impresión, la soledad. No creo que la soledad sea algo que ella ha elegido, sino que es más bien lo que le ha tocado. Y permitidme que lo diga, pero además un poco tocada del ala tiene que estar. Es muy común en la sociedad humana adoptar un perro para cubrir carencias afectivas y emocionales, en especial el deseo de ser madre. Pero chica, si tienes necesidades sexuales, mastúrbate, ve porno, cómprate un satisfyer, sal una noche de fiesta, contrata un gigoló...no te folles a un oso.

Mucho he leído sobre el simbolismo que hay en las relaciones sexuales que mantienen Lou y el oso. Quiero aclarar, y esto es algo que me ha gustado, en la novela el oso es simplemente un oso. Me explico: no se le han atribuido características humanas, simplemente reacciona a los estímulos recibidos. Es un animal y ya está. ¿Es una historia de amor? No lo creo, la relación es puramente carnal. ¿Una novela erótica? No tengo muy claro los elementos que tiene que cumplir una novela para ser una novela erótica. A mi parecer, que haya sexo explícito no convierte un libro en erótico. Por ejemplo, se me ocurre la saga de "El clan del oso cavernario". Hay muchas escenas de sexo explícito pero es innegablemente una novela histórica. Así que no lo sé, contadme vuestra opinión en los comentarios. ¿La conexión con la naturaleza? Esta hipótesis también la he leído y tengo mis serias dudas, igual es porque soy una tremenda ignorante y a mí Canadá me parece que es un país muy civilizado. ¿Las islas canadienses son salvajes? Se supone que es una isla habitada por el hombre, con una enorme casa victoriana, no sé cuánto de naturaleza salvaje habrá. Pero el oso, aunque no esté humanizado, es un oso doméstico y no está en su hábitat natural. Si esa era la intención de la autora, me parece un intento fallido. Además, (aviso, spoiler) ni siquiera llega a haber penetración (menos mal), lo cual simbolizaría el mundo civilizado con la naturaleza.

Ahora voy a nombrar lo que me ha gustado. Primero, el estilo. Está lleno de contrastes, pasa del lenguaje más bello al más obsceno en apenas segundos. Y eso me encanta, me encanta la combinación de registros, sobre todo cuando se combina el registro más culto con vocabulario obsceno. El ritmo es ágil, va muy al grano. No sé por qué me imaginaba que iba a ser una novela densa, pero al contrario, parece que han recortado. Eso sí, cortita pero impactante. Tuve nauseas un par de días, de verdad. Lo segundo que me ha gustado es que aborda un tema tabú, el de la zoofilia. Y eso me encanta, me encantan los temas polémicos y oscuros. Soy morbosa por naturaleza y aquí estoy yo para ahondar un poco más en el tema.

En primer lugar, quiero aclarar un asunto de la terminología. Tenemos que diferenciar entre zoofilia y bestialismo. La zoofilia es simplemente el amor hacia los animales, un zoofílico puede ser quien deja a su perro dormir en su cama y no tiene por qué haber deseo sexual. Y en caso de haberlo, es eso, un mero deseo. Bestialismo, en cambio, se produce cuando se ha consumado la acción. Y aunque en nuestra sociedad para la mayoría esto nos parezca una aberración, esto no siempre fue así. La mitología está impregnada de relaciones entre humanos y animales (por ejemplo, Zeus toma forma de animal para mantener relaciones) . Y ya he hablado mucho en el blog sobre los cuentos de hadas. ¿Recordáis "Caperucita Roja"? ¿Y "La bella y la bestia"?

 Tened en cuenta que las leyes relacionadas con la zoofilia son muy recientes. Es un tema muy tabú pero muy arraigado a la historia y al ser humano. Desde un punto de vista psiquátrico y psicológico, se denomina "parafilia no especificada". Una de las opciones que se postula es que alguien puede convertirse en zoofílico por casualidad. Una vez leí en un artículo que decía que muchos adolescentes se volvieron pedófilos también por casualidad, que encontraron material pornográfico de este calibre y lo asociaron a la masturbación.  El segundo detonante que se postula es la falta de contacto humano. Según algunas investigaciones, el 50% de las personas que viven en zonas rurales de EEUU habían practicado actos de bestialismo.

Como he dicho las leyes establecidas son muy recientes, y en muchos países o bien, hay un vacío legal o no existen. Por el contrario, hay países como Canadá donde practicar el bestialismo es legal, siempre que no exista ni penetración ni haya maltrato hacia el animal. En otros países, como Colombia, es una costumbre muy habitual en algunas zonas rurales. De hecho, la mayoría de jóvenes de esas zonas confiesan que su primera relación sexual fue con una burra. Os dejo un artículo llamado "Cómo es tener sexo con una burra". Yo no lo he leído, porque bastante tuve con el oso, pero por si a alguien le interesa. Como dato curioso, en estas regiones de Colombia hay un mayor índice de casos de cáncer de pene. ¿Casualidad?

Además, he visto que existe un documental llamado "Zoo" (2007). Yo no lo he encontrado, pero si alguien lo encuentra, ya sabéis que tenéis mi correo en el blog. En él aparecen testimonios de personas y sale un señor que parece ser que fue protagonista de un vídeo que se hizo viral llamado "two guys and a horse" (dos chicos y un caballo). No lo he visto, ni ganas. Si lo queréis ver, bajo vuestra responsabilidad, pero se dice que uno de los chavales es penetrado por un caballo y sufre un desgarro de colon, de estómago. Vamos, un show.

Pero lo que me ha dejado anonada es que existe el turismo sexual zoofílico. Y a lo mejor pensáis que esto ocurre en algún lugar perdido de Asia, África, en un lugar remoto sin civilizar. Alucinad: en Dinamarca existen prostíbulos de animales. Perros que viven en habitaciones en condiciones denigrantes, amarrados, esperando volver a ser violados. El mundo, como digo yo, se va a la mierda.

Y no sé si a alguien le interesa mi opinión sobre este tema. A mí los temas polémicos en la literatura me fascinan, ya sabéis. Pero la literatura es la literatura. Para mí, el bestialismo es una forma más de maltrato animal. No tengo muy claro si el sexo entre humanos y animales podría llegar a ser consentido por ambas partes. Comentadme lo que queráis sobre este tema. Y si tengo algún lector zoofílico, por favor, que no se ofenda, pero está usted como una regadera. Para despedirme, os dejo un enlace a una entrevista a un zoofílico que no tiene desperdicio. Ver para creer.

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sábado, 18 de abril de 2020 |

The bitch is dead (The act)



"The act" es la serie del momento, o de la cuarentena. No la podréis ver ni en Netflix, ni en HBO, sino en Starplayz, una nueva plataforma que no conoce ni su madre y que parece que ha comprado las migajas que no querían sus fuertes competidoras. Consta de ocho capítulos y no parece que vaya a haber una segunda temporada y ni falta que hace, porque es un final bien cerrado y no creo que quede ningún cabo suelto.

¿Habéis oído alguna vez eso de que la realidad supera la ficción? No sé si lo sabréis, pero resulta que la serie está basada en hechos reales y fue un caso muy mediático en EEUU dado lo extraño que fue.   La serie arranca presentándonos a sus dos protagonistas. Dee Dee, una oronda señora de casi cincuenta años y su hija, Gypsy (yo no digo nada, pero el nombre tiene cojones) una adolescente en silla de ruedas.

La auténtica Dee Dee nació en el estado de Louisiana (1967) y desde muy joven tuvo problemas con la justicia por pequeños hurtos, los que le supusieron una estancia corta en prisión. Además, su madre falleció de una forma inexplicable. Con 24 años se casó con un chaval de 17 años y fruto de ese matrimonio nació Gypsy. Poco después, la pareja se separó.

 A ojos de la gente, Dee Dee era una mujer alegre, carismática, tierna y era realmente apreciada por sus vecinos. Gypsy, desde una temprana edad padecía una larga lista de enfermedades: distrofia muscular, mal desarrollo de los cromosomas, asma, apneas del sueño, diabetes, alergias, epilepsia, problemas de visión entre otros. Además, padecía retraso cognitivo que le hacía tener la mentalidad de una niña de siete años. Por esto, Dee Dee era vista como una madre coraje, una luchadora que se había sacrificado por su hija. Como imaginaréis, Dee Dee llevaba una gran carga encima, su hija dependía las 24 horas del día de ella y no podía trabajar. Así que vivían de los subsidios, de una paguita que les daba Ronald McDonald y dinero de muchas otras fundaciones. Y si no tenían bastante, Gypsy y su madre perdieron su casa a causa del huracán Katrina en 2005. Pero no os preocupéis, gracias a la solidaridad de las personas les construyeron una bonita casa en otra ciudad.

El 15 de junio de 2015 esta historia da un vuelco y se vuelve muy turbia, cuando en el facebook de la madre aparece un extraño mensaje publicado (podéis verlo aquí): "The bitch is dead", para los que no sepáis inglés algo así como "la perra ha muerto". Sus contactos se alarmaron enseguida, pues Dee Dee era una mujer muy dulce que no decía improperios. Al principio se pensó que podría ser un hacker hasta que apareció un segundo mensaje que decía así: "He acuchillado a esa cerda gorda y he violado a su dulce hija".  La gente se asustó, sobre todo porque ninguna de las dos daban señales de vida ya que no abrían la puerta de casa. Al final alguien llamó a la policía y encontraron a Dee Dee muerta de múltiples acuchilladas. Pero, ¿dónde estaba Gypsy? ¿Muerta? ¿Secuestrada? La policía enseguida dio la alerta de que podría tratarse de un peligroso asesino en serie.

Sin embargo, una vecina le cuenta algo a la policía que da un giro la investigación: que Gypsy puede caminar y que desde hacía unos años mantenía una relación sentimental con un chico que había conocido en una web de citas. Tras rastrear la IP de los mensajes de Facebook, encontraron tanto a Gypsy y Nicholas Godejhon. Y por si aún teníais dudas, sí, ellos fueron los autores del crimen. Al ser capturados, ella al principio lo niega, pero al poco tiempo empieza a relatar su escalofriante historia. Si sabéis inglés, podéis ver aquí el interrogatorio real.

Gypsy planificó el asesinato porque estaba muy cansada de su madre. Desde muy pequeña le metió la idea en la cabeza de que estaba muy enferma, a pesar de estar completamente sana. La obligaba a utilizar una silla de ruedas, le afeitaba la cabeza, la atiborraba a pastillas, le introducía la comida por una sonda gástrica, le obligaba a usar gafas, a someterse a cirugías que no necesitaba. Es decir, una auténtica tortura. Hay documentos en vídeo de cómo su madre en las entrevistas le apretaba la mano, por si hablaba más de la cuenta. Si Gypsy se pasaba de la ralla, esta recibía castigos físicos por parte de su madre.

Pero la verdad es que Gypsy no fue la autora material del crimen, solo la cabeza pensante. El que llevó a cabo el asesinato fue su novio, Nick, que el chaval también tenía lo suyo. Estaba diagnosticado de nivel 2 en el espectro del autismo, y aparte parece que tenía  múltiple personalidad y esquizofrenia. Luego mi madre me dice que me busque novio por Internet. La policía lo investigó y al parecer ya había tenido un arresto anterior por haberse masturbado públicamente en un McDonald. En la serie pasa muy de puntillas por este tema, y en el documental Mommy Dead and Dearest de HBO, se comenta que este tipo tenía filias sexuales un tanto extrañas. Finalmente, dadas las extrañísimas circunstancias del caso, no se pidió la pena de muerte. Podéis ver los juicios aquí, pero os los resumo: Nick fue condenado a cadena perpetua mientras que Gypsy solo fue condenada a diez años (al fin y al cabo, ella era una víctima también).

¿Os acordáis que dije que la madre de Dee Dee había muerto de una forma inexplicable? Pues se pusieron a investigar a la buena señora y a día de hoy se sospecha que ella misma la pudo llegar a envenenar. Además, se llegó a la conclusión de que padecía una rara enfermedad mental llamada síndrome de Munchausen. Quienes padecen dicho síndrome fingen, se provocan enfermedades. No hay que confundirlo con la hipocondría (preocupación y obsesión excesiva por la salud), sino que estos son plenamente conscientes de que no están enfermos. Tienen una gran necesidad de afecto y de protección, y van de hospital en hospital. Pero, Dee Dee tenía una variante más tétrica de este síndrome llamado Munchausen por poderes. Quien lo padece tiene otra persona a su cargo (generalmente, su hijo) y es a este a quien le provoca síntomas falsos.

Es un síndrome poco común, como he dicho. No está muy investigado, pero parece que nace de una necesidad de ser el centro de atención o de obtener algún beneficio (ya sabemos que la señora vivía de la caridad de la gente y le gustaba estar en primer plano). A veces, suele ir acompañado de otro tipo de trastornos como la psicopatía o la esquizofrenia y otras veces, suele ser secuela de algún tipo de abuso en la infancia, maltrato o abandono. Estos pacientes, generalmente madres, se muestran muy colaboradoras con los médicos y un alto porcentaje de ellas tienen conocimientos médicos previos (Dee Dee era auxiliar de enfermera). Crean síntomas a los niños mediante medicamentos, no alimentándolos, con veneno, asfixiándolos). Los expertos dicen que este tipo de maltrato tiene el mayor índice de mortalidad, sobre todo porque es muy difícil de diagnosticar. Os recomiendo este documental sobre otros casos reales.

La propia Gypsy dice que no se arrepiente de lo que hizo, que en la cárcel se siente mejor. De hecho, cuando entró en prisión engordó unos 15 kilos, algo poco habitual. Puede caminar, puede alimentarse, puede relacionarse con los demás y dentro de cuatro años será libre. Tendrá 32 años y tendrá tiempo de rehacer su vida.

En cuanto a la serie, solo puedo animaros a que la veáis. Lo que más me ha gustado ha sido cómo el ritmo y la tensión de la serie se va intensificando capítulo a capítulo, además de que las interpretaciones de los actores son geniales. Las actrices que dan vida a la pareja protagonista, como suele decirse, se salen. Espero que me contéis si habéis visto la serie o si conocíais el caso. ¡Ah! Y sobre todo, si conocéis algún caso cercano de síndrome de Munchausen, contádmelo.





sábado, 21 de marzo de 2020 |

Parásitos



Últimamente no consumo mucho cine. Creo que se pone más empeño en hacer series de calidad que en buen cine. Las series me gustan. no lo niego, pero no soy consumidora habitual porque me dan demasiada pereza. Lo confieso. Pero hace un par de semanas empecé a ver el cartel de esta película, Parásitos (2019) por redes sociales y la buena crítica me animó a verla.

La verdad es que no sé ni cómo empezar a analizar esta película, porque lo genial de ella es la inmensa cantidad de metáforas y símbolos que están escondidos durante el  metraje. Empezaré como siempre, supongo, dando unas pequeñas pinceladas del argumento.

La película nos presenta a la familia Kim, que vive en un semsisótano en una ciudad cualquiera de Corea del Sur. El director nos muestra su estilo de vida, precario, metidos en un subsuelo con vistas a los borrachos que usan la calle como urinario. La suerte de estas personas parece que va a cambiar cuando el hijo, Ki-woo, sustituye a un amigo en su empleo de profesor particular a la hija de una familia muy adinerada, los Park. Falsificando un título universitario, logra este trabajo y mediante engaños, la familia desarrolla un plan para que todos logren obtener un empleo en esta casa. ¿Y en qué género la podríamos clasificar? Aquí hay de todo, desde comedia de enredo hasta la comedia negra, pasando por el drama social y el thriller. Y aún así, no deja de ser una película agradable, fácil de ver y accesible para todos los espectadores, desde aquellos que solo ven "cine palomitero" hasta los que piden algo más a una película.

Si vemos la cinta de un modo superficial, el tema principal nos parecerá el de las desigualdades sociales, y el director, Bong Joon-Ho. Y sí que está muy presente, nos lo sabe trasmitir bien a través del lenguaje cinematográfico. Desde la guerra entre contra Corea del Norte, Corea del Sur se ha vendido al mundo como un ejemplo de capitalismo y libre mercado. Si pensamos en Seúl, o encualquier ciudad coreana, nos viene a la mente una ciudad moderna y llena de colorido, contrastando enormemente con la idea que tenemos de Corea del Norte (colores grises). Pero no es oro todo lo que reluce porque en este país que tan bien nos sabe vender "Madrileños por el mundo", también existen familias como los Kim, que viven casi bajo tierra, en un sótano de mala muerte. Además, el director quiere reivindicar la pérdida de identidad de los coreanos y nos lo quiere mostrar observando el modus vivendi de los Park, que se asemeja  al "sueño americano" (éxito, capitalismo y consumo".

Pero, para mí, el gran tema central de la película es el de las apariencias. Cada personaje de la familia Kim tiene su papel bien aprendido y preparado. Sí, son impostores y estafadores, pero también son astutos y con ganas de prosperar en la vida. También son una panda de parásitos porque exprimen a los ricos, pero a pesar de todo, hacen bien su trabajo. En cambio, los Park, no ven mucho más allá de sus narices y son personas claramente dependientes, a pesar de tenerlo todo en la vida. Ellos también necesitan de los Kim para subsistir porque no saben dar un paso en la vida sin la ayuda de uno de sus "sirvientes".  Entonces, ¿quién es el parásito realmente?

Las escaleras están muy presentes durante todo el metraje. De hecho, es un símbolo claro de las clases sociales. Los Kim viven un semisótano (donde solo hay una ventana por donde entra un poco de luz), pero son plenamente conscientes de que pueden ir aún más abajo (los que hayáis visto la película, lo entenderéis). Para llegar a casa de los Park hay que subir grandes cuestas (ellos están en el eslabón más alto). Los personajes suben y bajan escaleras constantemente, conectando niveles. Los ricos ni siquiera se dignan a mirar hacia abajo. Concretamente, hay una escena en la que el matrimonio rico está durmiendo en el sofá y los Kim están justo al lado debajo de una mesa. No se enteran, no se dignan a mirar a quienes están socialmente un escalón más abajo.

También la lluvia es una metáfora. Nunca llueve igual para todos, ni en la película ni en la vida real. En la película se produce un gran diluvio y para la familia Kim es devastador porque su casa es inundada. Mientras tanto para los Park tan solo supone anular un día de picnic y además, la gran bendición de que después de la tormenta, salió un día espléndido para celebrar una fiesta.  Además el olor, el olor a pobre también tiene una gran relevancia puesto que es el detonante del conflicto final (un final apoteósico que no voy a revelar).

Para finalizar, la película nos manda un mensaje claro y directo de que por medio de la meritocracia no se puede subir las escaleras, sin embargo, bajarlas es muy fácil. El final es desolador y aunque no sea explícito, creo que no deja rayo de esperanza posible.

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sábado, 7 de marzo de 2020 |

Hasta las cenizas: Lecciones que aprendí en el crematorio (Caitlyn Doughty)

"Por desgracia, somos criaturas conscientes. Por más que estemos siempre buscando nuevas formas de olvidar nuestra mortalidad, por más especiales, queridos o poderosos que nos sintamos, sabemos que al final nos esperan la muerte y la descomposición. No hay otra especie en la Tierra que deba soportar un peso así."

La muerte no avisa. Por mucho que Gabriel García Márquez diga que la muerte de Santiago Nasar fuera anunciada, la muerte se queda agazapada en un rincón, aguardando al momento inesperado para arrebatar el bien más preciado que tenemos, la vida. No nos gusta hablar de ella ni que sea mencionada, porque de lo que no se habla, no existe. O eso creen. Claro, eso hasta que la vida nos mete una buena hostia y entonces somos conscientes de nuestra mortalidad.



Desde muy pequeña me he preguntado qué había después de la muerte. Reconozco que no soy creyente, y que eso me lo pone más difícil. Al fin y al cabo, los que creen en Dios tienen claro que irán al cielo. Pero, con la edad, he cambiado y por lo tanto, mis inquietudes también. Ahora más que preocuparme qué hay después de morir, me preocupa que no haya consciencia. Porque, ¿cómo es posible no existir ni tener consciencia? ¿Es realmente posible no ser nada? Ponedme en los comentarios qué pensáis sobre este tema, si creéis en la reencarnación, si tendremos que rendir cuentas a un todopoderoso, o si nuestro fantasma vagará eternamente...

Divagaciones absurdas aparte, habréis adivinado que el libro que reseño hoy, "Hasta las cenizas",  es sobre la muerte.  La propia autora, Caitilyn Doughty, una joven de veintiún años, licenciada en Historia Medieval, nos relata en primera persona su experiencia trabajando en una funeraria. He de decir que su carrera académica la orientó siempre hacia los ritos mortuorios y enterramiento en diferentes épocas. Quizá pensaréis que fueron los azares del destino los que la llevaron a desempeñar esta profesión, al igual que a mí el azar me llevó a trabajar en hostelería, pero no. No contenta con su labor de investigadora, quiso dar el salto y experimentarlo en primera persona. Así que, finalizados sus estudios, empezó a mandar el currículum a funerarias, hasta que por fin sonó la flauta.

Desde un sentido del humor muy negro, la autora nos relata qué se cuece dentro de la industria funeraria de EEUU, revelando detalles que a más de uno puede que le incomoden. Las primeras veces quedan grabadas en la memoria (el primer beso, la primera vez que una madre ve a su hijo...), y la vez que Caitlin tuvo que afeitar a su primer cadáver no iba a ser menos. Aunque las profesiones tanatoesteticista y de tanatopraxia  parezcan tétricas e incluso de mal gusto, hay todo un arte detrás de ella. Miradlo desde otra perspectiva, estas personas hacen todo lo posible para que te lleves el mejor recuerdo posible de tu familiar. Al morir, el cuerpo empieza a descomponerse sin freno y la autora nos lo explica con todo lujo de detalles (los ojos se hunden, no hay forma de cerrar la boca, los jugos y fluidos salen por cualquier lado...).

Un dato que me pareció curioso, aunque no sé si solo sucede en EEUU, es que si el cadáver va a ser enterrado se embalsama (en caso de ser incinerado, no tiene sentido hacerlo). ¿Qué es embalsamar un cadáver? Algunos os preguntaréis. Se trata de un proceso riguroso con productos químicos, resinas y bálsamos con el objetivo de preservar la integridad de los cadáveres y así evitar su putrefacción. Para realizar este proceso, en primer lugar, hay que lavar el cuerpo con germicidas y especialmente, los orificios (boca, orejas, ano..) y además, taparlos para evitar que salgan fluidos. Después, se procede a masajear el cuerpo para quitar eliminar la rigidez y así se mejora el aspecto del cadáver. Entonces, se procede a la extracción total de la sangre y se introducen productos químicos para que la piel adquiera un tono natural y se quite el tono azulado.

Una parte muy importante de este libro es el crematorio. Hoy en día las personas prefieren ser incineradas que enterradas, bien porque no quieren que su cuerpo sea devorado por los gusanos, bien por los motivos que sean. La autora nos relata con mucho humor negro el proceso de incineración, resaltando el último paso del que no se habla. A pesar de que el horno quema a 860 grados, no logra pulverizar completamente los huesos, y estos son metidos en una trituradora. Al fin y al cabo, la gente quiere lanzar al aire las cenizas de su familiar como si fuera polvo de hada...

"El cremulador parece el nombre de un villano de tira cómica o de un vehículo monstruoso, pero en realidad es un artefacto del tamaño de una olla a presión que pulveriza los huesos"

 Además, en caso de ser enterrado, al menos en España, supone dejar un "marrón muy gordo" a los familiares que quedan vivos. Digamos que los nichos no son de propiedad, son como "de alquiler" y el seguro tan solo te cubre los primeros diez años. Luego hay que renovar el alquiler, y tus descendientes deciden si pagan por renovar unos años más, si incinerar los restos y ya no tener problemas, o desentenderse y que echen al muerto a una fosa común. Yo aviso, para que dejéis este tema bien arreglado.

Y vosotros, ¿qué? ¿Habéis pensado qué queréis que hagan con vuestro cuerpo? Mi ilusión sería comprar un panteón, además ahora son más baratos por falta de clientes. Vivimos en una sociedad que niega la muerte, aunque lo único que tenemos seguro en esta vida es que moriremos.

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sábado, 18 de enero de 2020 |

Picnic en Hanging Rock (Joan Lindsay)

2020 ha empezado fuerte, tanto a nivel personal como a nivel literario. Comencé el año terminando la recopilación de relatos de Lucia Berlin llamado "Manual para mujeres de la limpieza". No habrá reseña en el blog, pero no quiero dejar pasar la oportunidad de recomendarlo. Una explosión de emociones, relatos sobre lo cotidiano pero no por ello carentes de interés. Lucia Berlin nos deja retales de su alma, de sus experiencias. 

El caso es que para el 2020 me propuse un reto lector: leerme los libros que ya tengo comprados. "Picnic en Hanging Rock" era un libro que esperaba en mi estantería ser leído desde hace mucho. Ya sabéis, os gastáis 20 euros en un libro de bolsillo y de tapa blanda (y además, muy poco práctico para leer) de la editorial Impedimenta y ahí se queda.  Que sí, que Impedimenta es garantía de calidad y las traducciones y los títulos están muy cuidados.

Esta obra está escrita por la autora australiana Joan Lindsay (1896-1984) y desde su publicación hubo un halo de misterio en los hechos que relata. La autora nunca ha confirmado ni desmentido la veracidad de los hechos. ¿Que más da? Decía ella. Estas personas llevan muchos años muertas. ¿Y de qué va esto? Os preguntaréis.

 La novela arranca con una estampa muy bucólica en el internado para señoritas de Appleyard. Nos remontamos al día de San Valentín, al 14 de febrero de 1900. Como es sábado, diecinueve alumnas (entre 13 y 17 años) y dos profesoras  se dirigen a pasar un agradable día de campo en Hanging Rock. Y aunque no he estado nunca en Australia ni en dicho lugar, voy a tratar de describirlo: al lado de un riachuelo hay una zona de picnic (una pradera), a los pies de una imponente formación rocosa de unos 150 metros.

Esta estampa bucólica se tuerce cuando tras la comida y la siesta, a eso de las 3:30, tres alumnas del último curso (Marion, Miranda e Irma) piden permiso para ir a explorar la gran roca a una de las profesoras. Como son  chicas responsables y sensatas, y además no parece haber ningún peligro acechante por la zona, les dan permiso. Finalmente, se les "acopla" una alumna más joven, Edith, de 14 años. No muy lejos de allí, había otro grupo de personas compuesto por un general de la India, su esposa, su sobrino Mike y su lacayo Albert. Las jóvenes se cruzaron con este grupo y fueron piropeadas por los dos jóvenes. Parece ser que estos fueron los últimos que vieron a las chicas.

Sobre las 4:30, las demás alumnas empiezan a recoger y a reunir el grupo para marcharse.  La profesora de francés (una mujer joven y agradable) echa en falta a la profesora de matemáticas (una mujer rígida, un poco Rottenmeier) que seguramente había ido en busca de las chicas puesto que no habían vuelto. Al no saber nada de ellas, hacen grupos para buscarlas. No encuentran rastro de ellas, a excepción de Edith que a las 5:30 aparece gritando como poseída, llena de rasguños y sin recordar nada de lo ocurrido.

Aquí empieza el misterio y la comida de tarro. Y os haré un spoiler: no sabremos qué pasó con estas chicas. Sabemos que Joan Lindsay escribió un último capítulo que da una explicación al misterio, pero la editorial finalmente lo suprimió. Me consta que la traductora de Impedimenta quiso incluir este capítulo en la traducción española, pero no lo vio adecuado. Primero, porque según ella, literariamente no es bueno y porque "no puede ser más cutre·. Y además, ¿es necesario dar una explicación rigurosa? Es obvio que fue un éxito rotundo la decisión que tomó la editorial en su día porque esto dio pie a que se pensara que los hechos relatados son verídicos. De hecho, en la actualidad Hanging Rock es un lugar muy turístico e incluso se han hecho estatuas de las niñas. Pero los habitantes de la zona quieren que se deje de reivindicar y de clamar este suceso. Esta zona estuvo poblada por aborígenes australianos, zona espiritual y utilizada para ritos de iniciación.  Y ya sabéis, en el mejor de los casos los aborígenes simplemente fueron expulsados de sus tierras.

Pero, ¿habrá algo detrás de las páginas de esta novela? Está claro que la autora jugó bien sus cartas y avivó la llama de la incertidumbre. Se ha intentado investigar este caso, a pesar de los años que nos separan (y que toda esta gente ya está muerta). Los lugares y las personas coinciden con la novela. En cambio, la cronología es errónea. Para empezar, el 14 de febrero de 1900 no era sábado, sino viernes y el  internado para señoritas en el que se inspiró Joan Lindsay no fue abierto hasta 1910. Y sobre todo, no hay ninguna noticia de esa época en la que se hable de este caso. ¿No hubiera sido el bombazo del año?

Y en caso de ser hechos verídicos, ¿qué pasó con ellas? Las teorías son infinitas. ¿Recordáis que el tal Mike y el tal Albert fueron las últimas en verlas y que además, las acosaron (porque piropear es acoso)? Una teoría que se formula en el libro es que estos dos sujetos pudieran estar detrás de todo, y que fuera un caso tipo Alcásser, que fueran violadas y asesinadas. Pero aparte del regreso de Edith, al cabo de una semana regresa Irma (magullada, sin corsé y sin recordar absolutamente nada). No había indicios de haber sido víctima de una violación y sus heridas eran más propias de haber corrido entre los matorrales y de haberse caído. Además, los dos chicos no tuvieron tiempo de hacer esos actos terribles porque se unieron al grupo de las alumnas para emprender la búsqueda inicial. Entonces, ¿qué pasó? ¿Algo sobrenatural? ¿Viajes en el tiempo? ¿Una dimensión paralela? ¿Suicidio? ¿Una huida? Y como he dicho, ¿es tan importante dar una explicación?

Desde el punto de vista literario, es brutal. Me ha fascinado cómo construye una novela con tintes góticos en medio de una pradera australiana. Las descripciones de la autora me trasladaron a una pradera soleada donde la verde y salvaje naturaleza cobra vida. Por contraposición, lo gótico nos remonta a lugares oscuros, tenebrosos, a páramos, a castillos, a monstruos. En "Picnic en Hanging Rock" lo terrrorífico es la propia naturaleza.

Este mundo salvaje choca de frente con el mundo del que proceden las jóvenes. Un internado de señoritas, lugar donde reciben una estricta y distinguida educación para que el futuro puedan ser buenas esposas. Un ambiente opresivo, rígido, "muy inglés". ¿Podría ser que la desaparición fuera una metáfora? ¿Que la desaparición de las chicas no fuera sino una huida hacia el mundo libre (la naturaleza salvaje)?

¿Qué pensáis vosotros? ¿Habéis leído la novela? ¿Habéis visto la película o la serie? ¿Creéis que es un hecho real o una mera leyenda urbana? Dejádmelo en los comentarios, y si os ha gustado, seguidme en el blog y en mis redes sociales.